Editorial: Que no se extravíe nunca la bondad

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La bondad no hace ruido porque camina con el corazón descalzo

 

Este sábado 13 se celebra en todas partes el ‘Día Mundial de la Bondad’, y si bien es cierto que los tiempos cambian, por ejemplo, hubo una época en que no se exigía firmar ningún documento... bastaba con la palabra, sin embargo la bondad, las buenas acciones, permanecen, retratan de cuerpo entero a sus protagonistas.

Esta palabra de sólo seis letras -que el mundo celebra- se identifica también con dulzura, y sin exagerar debe ponerse en práctica todos los días, sencillamente porque quien es bondadoso, es bueno. La Biblia destaca “por haberse multiplicado la maldad el amor de muchos se enfriará”.

Los tiempos que corren necesitan (sin escatimar) muchas buenas acciones; lo que urge que se multiplique es la amabilidad, el respeto, el amor, promover la bondad.

¿Por qué no plantearse como meta, aspiración, ser una persona bondadosa?

Como el trabajo, el ansia de superación, hablan por las personas, también el practicar la bondad dice mucho de quienes son amables, escuchan, ayudan, no juzgan, ceden el paso, son serviciales...

¿Acaso se necesitan razones para ser amables? ¿Para escuchar, respetar? El ser amables no cuesta nada, no es preciso meterse la mano en el bolsillo, sin embargo el ser bondadoso dice tanto de uno, retrata a la persona.

Quien es gentil, afable, se gana la admiración de todos, el respeto. La Biblia también subraya: “no echen sus perlas delante de los cerdos...”.

No hay dudas de que ejercitar la bondad, materializarla, viste de largo a quienes hacen de ella su razón de ser. Es un valor a ejercitar en casa, con los padres, la esposa (o), los hijos, los vecinos, la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, en fin, con todos.

Un acto de bondad, por pequeño que sea, le puede cambiar el día a cualquiera... los detalles tienen un valor significativo. Saludar, responder un mensaje, ceder el paso a un transeúnte o conductor, ayudar, explicar, fungir como voluntario, responder con amabilidad, pueden hacer la diferencia.

En la recta final del año, de un año tan complejo o más que el 2020, es preciso sacar a relucir la bondad, la amabilidad, esa que define y no otra. Celebrar el ‘Día Mundial de la Bondad’ puede ser (es) un excelente momento para distinguirse precisamente por ser bondadoso, para poner una nota de alegría en la vida de otros.

El ‘Día Mundial de la Bondad’ se celebra desde noviembre de 1998, y tuvo su origen en Tokio, Japón. Está claro que el 13 no es el único día en que alguien, por sus acciones, puede sentirse mejor persona, siempre se puede ayudar, con una donación oportuna, o sencillamente dando las gracias por tantas bendiciones. Vale aprovechar cada jornada para alegrar la vida de los demás.

Ser amable, bondadoso puede también reportar una sensación de bienestar... los expertos aseguran que la bondad puede ayudar incluso a vivir más tiempo. No hay nada débil en la bondad y la compasión, en tender la mano.

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