A menos de un mes de ser rechazada por miembros del Congreso, una nueva propuesta de ley para revocar al ya conocido “Obamacare” ha logrado superar la primera etapa de votaciones. Se trata del AHCA (American Health Care Act) o como ha sido bautizada desde el comienzo, “Trumpcare”.
Con una votación de 217 a favor la bancada republicana de la Cámara Baja dio el visto bueno y ahora el “Trumpcare” irá al Senado, donde su futuro es incierto debido a que deberá encontrar la aprobación de algunos demócratas para seguir con vida, algo que los especialistas consideran casi un imposible.
Sin embargo, más allá de esto es necesario repasar los principales cambios entre el “Obamacare” y el remozado proyecto “Trumpcare”.
En torno a las condiciones preexistentes la ley vigente establece que las aseguradoras no pueden prohibir a personas enfermas obtener cobertura así como tampoco establecer precios más altos para estos respecto a las personas sanas. Esto cambia en la nueva propuesta del presidente Trump, debido a que las compañías podrían establecer nuevos precios para las personas enfermas, que evidentemente serán más elevados y en algunos casos imposibles de pagar.
En torno a los precios para los adultos mayores o ancianos, la nueva ley permitiría a las empresas de seguros cobrar hasta tres veces más a los abuelos que a los jóvenes, agregando que los estados tienen la potestad de incrementar hasta cinco veces el valor de una póliza para personas de edad avanzada. Esto bajo la figura del “Obamacare” se prohíbe.
En cuanto a las mujeres, aunque la nueva ley mantiene la prohibición de cobrar más a las damas que a los hombres por los mismos servicios de salud, sí hay cambios importantes. Por ejemplo en el proyecto de Trump, los estados podrían pedir a las aseguradoras retirar beneficios como maternidad, anticonceptivos, entre otros. Además Medicaid ya no ofrecería estos servicios ni tampoco otorgaría fondos a clínicas vinculadas al aborto como Planned Parenthood, aunque como ya se ha demostrado, dichos fondos se usan para servicios médicos que benefician a mujeres de bajos recursos y no para abortos.
Además, una gran parte de los impuestos cobrados a los ricos y compañías de salud bajo el “Obamacare” para pagar por subsidiar el seguro médico a personas de bajos recursos serían eliminados. De igual manera se cancelarían los subsidios para personas pobres o con limitaciones económicas que no cuenten con los ingresos suficientes para pagar por cobertura de salud.
Finalmente las multas a quienes no tengan seguro serán eliminadas. Sin embargo, si una persona pasa más de dos meses sin cobertura médica cuando asista a comprar una nueva póliza enfrentará aumentos de hasta 30% en el valor de las mismas.
Es importante recordar que cuando se presentó la propuesta anterior que como mencionamos no llegó a la votación, La Oficina del Presupuesto del Congreso anunció que al menos 24 millones de personas se quedarían sin cobertura en diez años si la ley llegaba a entrar en vigor. Y aunque en esta ocasión no hubo un análisis a partir de las modificaciones que se le hicieron se estima que el impacto negativo será aún mayor.
