Editorial: Perdón de deuda... más allá de una jugada política

El anuncio de la actual administración relacionado con un plan para un perdón de deuda en préstamos federales estudiantiles, es algo que no puede pasar inadvertido.

Esperado por mucho tiempo, incluso fue una de las promesas precontienda electoral por parte del actual mandatario Joe Biden, el anuncio trajo consigo varias reacciones, de políticos de ambos partidos, beneficiarios, familiares...

El anunciado plan considera extender la pausa en los pagos de préstamos estudiantiles hasta el 31 de diciembre del presente año. Trascendió que se cancelarían hasta 20 mil dólares del referido préstamo -tal beneficio puede alcanzar a millones de personas-, específicamente si cumplen los requisitos. Los préstamos privados no califican para el perdón.

Junto al cumplimiento de una promesa de campaña (perdonar hasta 10 mil dólares), la orden ejecutiva otorga 10 mil adicionales a quienes hayan recibido la llamada ‘Becas Pell’, que se concede a estudiantes de enseñanza universitaria que demuestran necesidad financiera especial.

La senadora Catherine Cortez Masto fue de las primeras en apuntar que no está de acuerdo con tal orden ejecutiva, y destacó: “Es mejor centrarse en aprobar mi legislación que propone ampliar las ‘Becas Pell’ para alumnos de bajos ingresos, destacar la condonación de préstamos a los necesitados, y que la universidad sea más asequible para las familias trabajadoras”.

Cortez Masto dejó sentado que la decisión del presidente no va a la raíz, a los problemas que hacen que la universidad no sea más asequible.

La senadora encara una de las contiendas de reelección más difíciles, se mide al republicano Adam Laxalt, quien dicho sea de paso calificó el plan de perdón de deudas: “es un insulto a las familias que han pagado la universidad con sus ahorros, y a quienes no pudieron acceder a la universidad.

“El rescate de la deuda estudiantil del presidente y de la senadora Cortez Masto, dijo, es inmoral y malo, pues llenará los bolsillos de los estadounidenses más ricos y traerá consigo más carga para las familias nevadenses”.

La senadora Jacky Rosen expresó: “me preocupa que el plan del presidente no solucione de raíz el costo en aumento de los estudios universitarios... la educación superior, añadió, se ha salido de control”.

Si bien el presidente Biden, en el momento en que el Covid 19 afectaba de manera significativa, decidió detener los pagos de los préstamos estudiantiles, más que todo para ayudar, el anunció reciente sobre el perdón de deudas se quedó corto al no enfocarse en el ‘pollo del arroz con pollo’ relacionado con el costo vinculado al acceso a la universidad y los estudios mismos.

El plan de perdón del mandatario, de alguna manera constituye un paso de avance, es algo, sin embargo lo más necesario es enfocarse en la raíz del problema.

Para muchos, dada la cercanía de las elecciones de término medio, se trata de una ‘jugada política’, lo sea o no, la orden no va dirigida al meollo del asunto. 

Queda mucho por hacer.

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