El entonces presidente Abraham Lincoln necesitaba el apoyo de Nevada en el Congreso, presionó para que el territorio fuera admitido en la Unión, de manera que en 1864 se convirtió en el trigésimo sexto estado.
El 31 de octubre de aquel año se convirtió desde entonces en una fecha histórica para el estado de Nevada y los residentes en él.
Nada menos que 157 años cumple el territorio que acoge a poco más de tres millones de personas, se caracteriza por grandes extensiones de desierto, hoteles y casinos impresionantes, además de ser un lugar propicio para las aventuras, sobre todo por los hermosos paisajes.
Con más de 286 mil kilómetros cuadros, se trata del séptimo estado más extenso, sólo superado por Alaska, Texas, California, Montana, Nuevo México y Arizona.
Cuando alguien se refiere a Nevada no es extraño que mencione minas de oro y plata; lugares que han salido en más de una película, esa extraordinaria obra de ingeniería que es la presa Hoover Dam; el lago Tahoe; el parque Valley of Fire; Red Rock Canyon; Reno; Carson City; las siempre interesantes reservas de los indios, entre tantos lugares, y por supuesto Las Vegas.
Figura de renombre mundial, de diferentes esferas, -muchas de ellas de habla hispana- han visitado Las Vegas, se organizan convenciones, conciertos, festivales del libro; el estado y la ciudad de Las Vegas literalmente experimentan de primera mano una agitada vida cultural.
Pese a todo lo hermoso del estado, no faltan quienes aseguran que lo mejor de Nevada es su gente, su disciplina y solidaridad, la generosidad... entonces ‘saltan’ quienes esgrimen que hay ‘ovejas negras’, esos que violan, tienen adicciones, conducen de manera irresponsable, no se quieren poner las mascarillas o son reacios a vacunarse.
Un viejo proverbio español destaca que ‘hay de todo en la viña del señor’, y otro deja sentado que ‘no se puede tapar el sol con un dedo’.
José Martí escribió: “El sol quema con la misma luz con que alumbra. El sol tiene manchas. Los agradecidos ven la luz, los desagradecidos ven las manchas”.
Y no se puede hablar de Nevada sin mencionar a la comunidad hispana, a hombres y mujeres laboriosos, a la cantidad de estudiantes que se gradúa cada año de la preparatoria y emprende estudios universitarios.
La mayoría de los hispanos trabaja en el conocido sector de los servicios (hoteles y casinos), en la construcción, también lo hay emprendedores, dueños de pequeños negocios tratando de salir adelante, defensores del medio ambiente, quienes atienden la jardinería, remodelan viviendas, periodistas... en Las Vegas poco a poco aumenta la cantidad de personas que escriben poemas, cuentos, novelas, gente con talento; un conteo ‘por encima’ indica que más de una decena ha publicado libros.
En lo que respecta a la política el estado cuenta con dos senadores, las demócratas Catherine Cortez Masto y Jacky Rosen. El gobernador es Steve Sisolak.
