Editorial: Mujeres... muchas gracias por su existencia

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“De lo feo del mundo se busca alivio en la mujer, que es la forma más concreta y amable de lo hermoso”.       José Martí

Pocas horas restan para conmemorar, una vez más, el ‘Día Internacional de la Mujer’, y qué decir de ellas sin correr el riesgo de ser poco original, apartando lo cursi y lo demás que poco o nada aporta.  Ellas, como las madres, lo merecen todo.

Sólo 42 años vivió el cubano José Martí -poeta, escritor, periodista, maestro, traductor, dramaturgo- al referirse a las mujeres lo resumió en pocas palabras: ‘Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre’.

La mujer... cuántas cosas giran alrededor de ella. Se da por sentado que detrás de cada gran idea hay una exponente del mal llamado ‘sexo débil’. 

Hace 164 años de aquella tragedia, de aquella acción estremecedora en que perdieron la vida centenares de mujeres (8 de marzo de 1857) protagonistas de una huelga por mejores condiciones de trabajo.

Lamentablemente, es vergonzoso que todavía hoy  algunos la consideran un ser inferior, le pagan menos por realizar el mismo o mejor trabajo que los hombres, y hasta se ‘refugian’ para ratificar su hombría, en la violencia doméstica. 

Lo cierto es que ella sobresale en la ciencia, en el arte, en el magisterio, en la familia, en las actividades comunitarias, en todas las esferas de la vida, de eso no hay la menor duda.

La madre, la esposa, la hija, la hermana, la amiga, la compañera de trabajo, merecen el mayor respeto, la consideración y el justo reconocimiento. 

En pleno siglo XXI, cuando la mujer no tiene (en lo absoluto) nada que demostrar, ha llevado a feliz término todo, con la mayor modestia y sencillez del mundo.

Martí -siempre hay que volver a Martí- en sus conocidos ‘Versos sencillos’ escribió: “¿De mujer? Pues puede ser/que mueras de su mordida/ pero no empañes tu vida/ hablando mal de mujer”.

Por si fuera poco añadió: “La mujer no es como nosotros, sino como una flor, y hay que tratarla así, con mucho cuidado y cariño...”.

Y aun fue más lejos al afirmar: “... las campañas de los pueblos sólo son débiles, cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer”.

Incuestionablemente el asunto de la igualdad de la mujer es esencial para solucionar problemas de cualquier índole, desde los hogareños, hasta los de carácter social, económicos y políticos. 

Hace tan sólo 101 años que la mujer puede ejercer el voto en los Estados Unidos.

En el valle, como parte de la comunidad hispana, hay cientos, miles de mujeres admirables, de diferentes nacionalidades, sobresalen dentro de su núcleo familiar, en la formación de sus hijos, se distinguen por el amor a sus raíces, por su desvelo, por dar lo mejor de si.

 

A todas ellas, sin importar su procedencia, su edad, el semanario El Mundo les desea un Feliz 8 de marzo.

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