El presidente Joe Biden trabaja con denuedo en lo relacionado con el plan de estímulo (1,9 billones de dólares), mira con cierto beneplácito el avance de las vacunas vs Covid-19, y hasta el cheque de mil 400 para la economía familiar, pero -siempre hay un pero- la situación en la frontera sur con México le puede ‘estropear’ la fiesta.
Senadores republicanos viajaron a la frontera con el objetivo de presionar sobre el candente asunto y de paso culpar al mandatario de la situación.
Bill Cassidy no se anduvo por las ramas y aseveró que “el presidente Biden tiene toda la culpa del creciente número de menores migrantes procedentes de El Salvador, Honduras y Guatemala que han llegan a la frontera y han colapsado el sistema de acogida”.
Exponentes del partido demócrata ‘salieron al trapo’ y afirmaron de manera categórica: “Lo que estamos viendo es consecuencia de cuatro años en los que se desmanteló cualquier sistema para abordar esto con humanidad y con compasión”.
Por su parte Nancy Pelosi defendió que Biden ha heredado un ‘sistema roto’ y le alabó por velar por el bienestar de los menores.
El presidente y la vice presidenta Kamala Harris insisten en platicar con la gente -sin reparar en afiliación política- para que conozcan el impacto y cuánto puede ayudar el estímulo económico, sin dejar de insistir en la importancia de obtener la vacuna contra el Coronavirus.
El mandatario, consciente del problema de menores que llegan solos a la frontera, ordenó a FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emegencias) permenecer tres meses allí con el propósito de resolver de una vez por todas la situación.
Jorge Loweree, quien funge como director de políticas de American Immigration Council (AIC), dejó sentado que: “Hay más apoyo para la inmigración y la reforma migratoria en Estados Unidos que nunca antes, que la Cámara de Representantes se haya comprometido a aceptar dos importantes proyectos de ley a principios de año es algo histórico”.
Vinculado por muchos años a ‘Mi Familia Vota’ Ben Monterroso, detalla que el actual panorama político está marcado por una lección que dejó el pasado.
“Los legisladores, dijo, pagan las consecuencias, quienes acuden a las urnas para ejercer el voto están cansados de que no se cumplan las promesas de años y años de una reforma migratoria.
“El Congreso, agregó, puede y debe permanecer enfocado en implementar el alivio para millones de personas que se han visto obligadas a vivir en las sombras durante demasiado tiempo”.
Está claro que lo concerniente a las vacunas, el estímulo económico, solucionar el problema de menores en la frontera son temas medulares, que requieren, exigen, la mayor atención, sin embargo el Senado no puede seguir siendo el ‘cementerio’ donde las políticas literalmente mueren y son enterradas. Urge reparar el desaliñado sistema migratorio.
