Editorial: Los mejores regalos para un pequeño

“Nunca es un niño más bello que cuando trae en sus manitas de hombre fuerte una flor para su amiga”    José Martí

No importa que te llames Alberto, María, Arturo, Eduardo, Raquel, Ana... en muchos países celebran este viernes 30 el ‘Día de los Niños’, y ellos -lo dijo José Martí- son la esperanza del mundo.

Por si fuera poco, el escritor, poeta, periodista, maestro cubano, añadió: “Hay un solo niño bello en el mundo, y cada madre lo tiene”.

Sin embargo no basta con abrazar al pequeño, besarlo, cargarlo, decirle cuánto se le ama, lo más importante es preocuparse, mostrar desvelo por su desarrollo sano, por su educación, por enseñarle cómo se debe tratar a los demás.

El correcto desarrollo de los menores, en todos los  sentidos, es un elemento de importancia capital para ellos mismos, su futura familia, los amigos, vecinos, compañeros en el salón de clase, la sociedad. No por gusto el conocido dramaturgo español Jacinto Benavente precisó: “En cada niño nace la humanidad”.

Es normal que cada pequeñín juegue a ser esto y aquello, quiera crecer, ser grande, realizar determinada profesión... carpintero, piloto, buzo, médico, beisbolista, maestro, ingeniero, abogado, mecánico, periodista; se vale soñar, resolver problemas, está ansioso por tener más edad. Se trata de uan época maravillosa.

Los estudiosos de la niñez reconocen que ésta es la mejor etapa para que se les enseñe -y ellos asimilen- lo concerniente a la educación, a la cultura, lo que es moral, el respeto a los demás sin importar edad. ¿Cuántas veces los adultos desean que salga a relucir el niño que llevan dentro y aprender desde edades tempranas? Es precisamente esa edad la que marca para toda la vida.

‘Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz”, significó Tom Robbins, y en tal sentido la reconocida escritora Agatha Christie apuntó: “Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder es tener una infancia feliz”.

No se trata sólo de colmarlos de caricias, de comprarles juguetes, de complacerlos, de velar sus sueños, cuidar su alimentación y su salud, es también el momento especial para educarlos, para enseñarles algo más que matemática, a leer, escribir, inculcarles el siempre beneficioso hábito de leer, de ayudarlos a sumergirse en el mundo de las ciencias, de enseñarlos a amar a la naturaleza.

Y junto a todo lo anterior, es menester dedicar tiempo a platicar sobre amabilidad y respeto, a cortesía, para que el niño aprenda a comportarse dentro de la sociedad, no mire a ningún ser humano por encima del hombro, y fomentar sentimientos de solidaridad, de caballerosidad, ése es el mejor regalo que se le puede hacer a un infante, el presente que él agradecerá de por vida.

Este viernes 30, los dueños del semanario El Mundo, el colectivo de trabajo, desea a cada niño muchas felicidades.

 

No importa que te llames Alberto, María, Arturo, Eduardo, Raquel, Ana...

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