Editorial: Las elecciones de término medio... una lección

Después de mucho ajetreo, la necesaria publicidad, visitas, interrupciones casi constantes en la radio y la televisión en torno a las elecciones de término medio, éstas llegaron a su fin, ya son historia.

Muchos electores vieron emerger como ganadores a sus candidatos de preferencia, a otros la contienda les dejó un sabor amargo. La concreta es ver ahora si los elegidos realizan un buen trabajo, si tienen en cuenta los intereses, las necesidades de los hispanos.

Contrario a anteriores elecciones, en que por lo general los hispanos conceden la mayor importancia a las elecciones presidenciales, en esta oportunidad (salvo alguna morosidad en las llamadas adelantadas o tempranas) la comunidad respaldó las elecciones de término medio. A las 7 de la noche del pasado martes (hora fijada para poner fin al proceso), aún habían largas líneas de personas prestas a votar. “Las largas filas y problemas con las impresoras no deben impedir que los nevadenses emitan su voto”, resaltó el portavoz de la senadora Cortez Masto.

Hay absoluta conciencia entre los votantes de que las elecciones que recién concluyeron influirán sobre manera en el control de la Cámara de Representantes y del mismo Senado.

La economía, lo relacionado con el aborto son temas candentes, que preocupan a la comunidad hispana, pero está claro que hay mucho mas sobre la mesa, de ahí lo relevante de estas elecciones de término medio. La inflación puede pasar factura.

Los temas migratorios, la violencia en las escuelas, la cantidad de fallecidos por los opioides, la postura ante la guerra de Rusia y Ucrania... ¿Está el país en condiciones de seguir apoyando con grandes sumas de dinero a los ucranianos?

Todas esas preocupaciones justifican el argumento de que en esta ocasión más votantes acudieran a las  urnas en las elecciones intermedias, sencillamente hay mucho en juego. Incuestionablemente preocupa la situación que encara el país, una nación dividida 

Volviendo a la comunidad hispana, salen a colación planteamientos como ‘mi voto no va a cambiar nada, ‘estoy cansado de promesas’. Se pueden esgrimir muchos argumentos, sin embargo nada justifica que un ciudadano NO CUMPLA SU DEBER CIVICO DE ACUDIR A VOTAR.

Por otro lado, no faltan electores que subrayan: “me gustaría que en vez de centrarse en despretigiar, sacar los ‘trapos sucios’ de los rivales, los candidatos explicaran una y otra vez cuál es su plataforma de trabajo, qué van a hacer en favor de la gente, eso es lo importante, pero que este hable mal de aquel y aquel de este no es provechoso, no le aporta nada a millones de personas”.

El ex presidente Donald Trump, para muchos el republicano con más arraigo entre sus partidarios, vaticinó una ‘ola roja’ en las elecciones, con un triunfo arrollador, y que tal victoria se la deben agradecer a él. Ocurrió en Florida, sin embargo en otros estados fue más complicado.

Pese a la inflación, los demócratas han resultado -para lo que se esperaba- un rival resistente. 

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