Sin dudas, cada año, el 15 de este mes, las celebraciones por el ‘Día Mundial del Arte’ contribuyen a reforzar los vínculos entre las creaciones artísticas y la sociedad, de manera que fomentan mayor conciencia de lo que se denomina diversidad de expresiones artísticas.
Es preciso tener claro que la función del arte puede resumirse en satisfacer las necesidades estéticas de los seres humanos, mediante obras que proporcionan un placer estético.
Es probable -casi seguro- que muchos artistas (músicos, pintores, teatristas, escritores, bailarines, entre otros) no obtengan una remuneración económica en correspondencia con el esfuerzo, los estudios, el resultado, su dedicación, pero... ¿alguien se pregunta cuánto representa en lo concerniente al enriquecimiento espiritual y satisfacción personal a partir de la recreación artística de la realidad en sus diversas formas de expresión?
Los artistas brindan una visión creativa, intelectual y emocional de la sociedad en general, impactan a las masas y en ocasiones desafían lo establecido.
Por otro lado, el arte ayuda a las culturas a unirse y de paso impulsa el crecimiento económico, ayuda a que el mundo se convierta en un lugar más bonito, mejor y más feliz para vivir... ¡tanto aporta!
El considerado primer ‘Día Mundial del Arte’ fue establecido por la Asociación Internacional del Arte, vinculada a la UNESCO, el 15 de abril de 2012 en honor a Leonardo Da Vinci.
La educación, a través del arte, aporta considerablemente al desarrollo cognitivo, afectivo y emocional de las personas, gracias a él se estimula la imaginación, la creatividad, la expresión auténtica e individual.
El arte ayuda a procesar emociones, a comprender el entorno, permite ver la vida desde una perspectiva diferente. El arte contribuye de manera relevante a la sociedad. Se ha utiliza como una herramienta en el necesario intercambio cultural, la educación y la expresión.
Lo primordial de esta celebración de las bellas artes es ayudar a fortalecer los vínculos entre creaciones artísticas y la sociedad, favorece, motiva la conciencia de la diversidad, a través de las múltiples expresiones artísticas.
En el valle, que bueno, hay artistas hispanos que sobresalen en diferentes manifestaciones, maestros, músicos, pintores, grabadores, escritores con resultados destacados. Hay también dramaturgos, y lo mejor es que los artistas establecidos transmiten sus conocimientos, más que todo a jóvenes con talento. Es difícil quedar indiferente ante el virtuosismo, la entrega, las ansias de superación de maestros de la talla de Mariano González, Juan D’ Varela, Wilson Posada, la poesía de Xinia M. Estrada, Janina Pérez o Rosa Íñigo.
El arte alimenta la creatividad, innovación y diversidad cultural de todos los pueblos y desempeña un importante papel a la hora de compartir conocimientos, fomenta el diálogo, cualidades que el arte posee, e inclina la balanza en favor de la libertad artística. Honremos a los artistas. Lo merecen. Eterno agradecimiento.