Editorial: La vida de muertos está en la memoria de los vivos

La tradición ceremonial sobre la muerte es una expresión de la diversidad cultural, por lo que se considera parte del patrimonio intangible de la humanidad.

La muerte no nos roba a los seres amados, al contrario, nos los resguarda e inmortaliza en el recuerdo.

A Eddie Escobedo lo inmortalizaron sus acciones en vida.

Durante muchos años realizó importantes esfuerzos en impulsar el voto latino, con la organización ‘Amigos For Democracy’ logró que muchos hispanos salieran a votar, algunos los hicieron por Barack Obama y otros por el senador Harry Reid, quien ha dicho en innumerables ocasiones que el apoyo del electorado latino lo sostuvo en Washington por muchos años.

Muchos emigramos de países del tercer mundo, en donde muchas veces el voto -se sospecha- no cuenta, decía Escobedo sobre la apatía de algunos en el momento de sufragar. Junto a Fernando Romero y Sandy Colón Peltyn, se echó a cuestas la tarea de registrar 4 mil 999 nuevos electores en 1998, lograron más de diez mil e influyeron de manera decisiva en la elección presidencial.

Cuando votamos nos convertimos en “ciudadanos de primera” afirmaba con orgullo.

El 8 de noviembre, quienes tienen la oportunidad de votar, háganlo, por el partido de su preferencia, pero no dejen de ejercer el derecho y responsabilidad que muchos no pueden hacer debido a sus estatus migratorio.

Por otro lado, en esta ciudad la celebración a los Fieles Difuntos tiene mucho que agradecerle a Irma Varela, que, hace 16 años, se echó a cuestas la tarea de informar e instruir a la comunidad sobre el festejo al Día de los Muertos, una tradición que se originó en el periodo colonial posterior al encuentro de dos mundos, dos cosmovisiones y sus tradiciones: la prehispánica y la hispana en el continente.

El centro de operaciones de Irma Varela fue el Centro Cultural Winchester, sitio que todavía alberga la celebración, ahora bajo la batuta de Érika Borges.

El calendario de la celebración señala que el 30 de octubre, por tradición popular, es el Día de las Almas en los Limbos (niños que mueren sin ser bautizados). El primero de noviembre es el Día de Todos los Santos, el que se dedica a los niños fallecidos y el 2 de noviembre Día de los Fieles Difuntos, dedicado a los fallecidos adultos.

Hay algunas tradiciones que acompañan a la celebración, como por ejemplo la elaboración de Papel Picado de Colores, el que simboliza la unión entre el cielo y la tierra. Los colores más comunes son el morado, el rosa naranja. También son comunes las “Calaveritas” de dulce, a las que les ponen el nombre de alguna persona en la frente, funcionan como un recordatorio de que lo único seguro que tenemos en la vida, es la muerte. El Pan de Muerto es un ofrecimiento a las ánimas y también representa la eucaristía (del cuerpo de Cristo).

Un rubro aparte merecen las ofrendas, cuya promoción ha sido “clave” para que la celebración se haya convertido en un éxito avasallador.

 

Irma Varela y Érika Borges convocaron exitosamente al público a participar con sus ofrendas en el Centro Cultural Winchester, donde se pudo apreciar el talento, creatividad e imaginación de la gente.

 

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