El miedo es una respuesta natural del cuerpo ante el peligro, ciertamente es una sensación desagradable y puede presentarse debido a un suceso pasado o futuro, es difícil de controlar y provoca todo tipo de reacciones.
El terror es el sentimiento de miedo en su escala máxima.
Los recientes acontecimientos, relacionados con el triunfo del empresario Donald Trump a la presidencia, mantienen a un gran sector de la población prácticamente aterrado. Y es que todavía retumban los mensajes que hizo de su plataforma de campaña, un éxito inmediato para la clase media predominantemente blanca, aunque con el apoyo y complicidad de minorías que, en algunos casos, ya se están arrepintiendo de su error.
Los jóvenes que recibieron el alivio migratorio mediante una orden ejecutiva del presidente Barack Obama, esperan con incertidumbre que los planes de deportación de Trump, solo hayan quedado en retórica electoral.
Muchos mexicanos, todavía ofendidos con la invitación que el presidente Enrique Peña Nieto hizo al magnate inmobiliario en plena campaña, esperan que la construcción del muro en la frontera también sea relegado a un plano menor.
El reto para el 2017 será, pues, de poder conciliar entre todas las partes, entre todos los actores del escenario político, económico y social, todos juntos.
Estamos viviendo las consecuencias de conductas anómalas, padecemos las secuelas de la desintegración familiar, el bajo mundo de las adicciones, una conductora que arrolló a una persona que empujaba una silla de ruedas, se presume, lo hizo bajo el influjo de sustancias prohibidas.
Aunque mostró señales de estar afligida por la catástrofe que provocó, ahora hay dos familias que deberán apelar a un sentimiento de perdón, de reconciliación. Somos humanos y como tales, somos imperfectos, el perdón aliviará un poco la tragedia que viven luego del accidente de Nochebuena.
La implementación de medidas de seguridad, para la gente, es una obligación y un reto para las autoridades, que también -cabe mencionar- cuentan con el apoyo de la ciudadanía para el resguardo de la integridad de todos. Si ve algo raro, denúncielo. Ese es el lema de la campaña de seguridad para recibir este Año Nuevo 2017 con saldo blanco, en paz, en armonía, con felicidad.
Si ve algo sospechoso, repórtelo a las autoridades, si sabe de algo o de alguien que represente un peligro para la ciudadanía, repórtelo, esa es una manera efectiva de colaborar con nuestra propia seguridad.
