“Es esencial dotar a los jóvenes de una educación, formación y capacitación de calidad. Este Día Mundial de las Habilidades de la Juventud nos recuerda que los docentes se encuentran en la primera línea de este gran esfuerzo mundial”.
Las palabras anteriores corresponden a António Guterres, quien funge como secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y vienen a colación por celebrarse este sábado 15 el ‘Día Mundial de las Habilidades de la Juventud’.
Resulta relevante destacar, por supuesto, todo lo concerniente a las habilidades de los jóvenes -sin distinción de sexo-, por su importancia para el futuro de la humanidad.
Claro, para encaminar, encausar esas habilidades, hacerlas valer, multiplicarlas incluso, es necesario antes contar con maestros, entrenadores, capaces de guiar a esos jóvenes a un futuro mejor. Siempre será (es) imprescindible la labor sistemática, sostenida de los maestros, del entrenador.
Hace exactamente nueve años, en el 2014, la Asamblea General de laONU declaró el 15 de julio como el ‘Día Mundial de las Habilidades de la Juventud’, con el objetivo marcado de celebrar la importancia estratégica de dotar a los jóvenes de aptitudes para el empleo, el trabajo y el emprendimiento. Algo noble sin dudas, alentador.
En esta oportunidad el tema fundamental es precisamente resaltar ese día como tal, y con ello impulsar la formación de los docentes, de las personas que tienen la tarea de formar a los jóvenes con la vista puesta en un futuro transformador.
Urge destacar el papel esencial que desempeñan los docentes, y otros educadores en la formación de los jóvenes para su transición al mercado laboral y para que participen activamente en sus comunidades y sociedades, se abran paso en la medicina, el deporte, el arte, la economía, las ciencias..., aporten lo mejor posible a la sociedad, a un mundo mejor.
No hay dudas de que los ostensibles avances tecnológicos, la vorágine de la vida, el trabajo, exigen y traen consigo una competencia cada vez más reñida, en la que es preciso hacer valer conoimientos y habilidades, versatilidad para abrirse paso, imponerse.
La enseñanza, la formación técnica y profesional, contribuyen sobremanera a cimentar las habilidades, a poner a los jóvenes en mejores condiciones para encarar la barreras u obstáculos que pudieran encontrar en un mundo laboral cada vez más competitivo, con posibilidades reales de salir adelante.
Este sábado 15 es menester comprender, interiorizar reconocer a los jóvenes por sus habilidades, su interés por aprender, mostrar el talento y lo que han asimilado, y con ello a sus maestros, artífices también del cambio.
Jóvenes con habilidades, el tesón, la entrega y la sapiencia de sus maestros, con el apoyo de los padres, pueden llegar muy lejos en esa tarea de primer orden que resulta construir un mundo próspero y sostenible para todos. Juntos, incuestionablemente se puede forjar un futuro mejor en el que ningún joven se quede a la zaga.
No se puede dejar para mañana el que un joven muestre su talento. El mañana es hoy.