Es como un juego de ajedrez. Cada uno mueve sus fichas y antes analiza qué podrá hacer la persona que tiene enfrente. O como aquel niño que ante de comenzar el partido de futbol si no lo ponían como delantero se llevaba el balón. Pero el asunto es más serio.
Primero la Corte de Constitucionalidad (CC) de Guatemala determinó que el Congreso de aquella nación es quien debe aprobar si se convierte en ‘tercer país seguro’, respecto a los migrantes que desean llegar a los Estados Unidos.
Tal ‘movimiento’ dejó al presidente Jimmy Morales sin opciones para firmar el acuerdo de ‘tercer país seguro’, una jugada que esperaba el gobierno de los Estados Unidos.
Ante la decisión de la CC, el presidente Donald Trump criticó al país centroamericano por echar por tierra el acuerdo, y fue más lejos, amenazó con revisar aranceles y gravámenes -algo que ya surtió efecto en otros países-, pago por remesas... dicho de otra manera, la ‘jugada’ guatemalteca causa disgustos y no puede quedarse así como así. Requiere un escarmiento. (Una manera de decir ‘me llevo el balón’).
Cuando el mandatario de los Estados Unidos ‘puso las cartas sobre la mesa’, ni corto ni perezozo el presidente Morales la emprendió contra la CC por frenar un acuerdo de ‘tercer país seguro’, algo que ‘iba a caer por su propio peso’; la CC, dijo, no tiene facultades para entrometerse en la política exterior, asumió una postura negativa que daña los intereses nacionales, pone en peligro la relación bilateral con nuestro principal socio económico.
“Guatemala, que forma caravanas y envía a grandes grupos de personas, algunos incluso con antecedentes criminales, a Estados Unidos, decidió romper el trato que tenía con nosotros de firmar un acuerdo de un tercer país seguro”, adujo Trump. Quiere decir que la nación centroamericana a los ojos del presidente de los Estados Unidos no se ha portado bien. Y merece una sanción, algo que la haga cambiar de parecer y aceptar el acuerdo.
Vale recordar que Guatemala era de los países (junto a El Salvador y Honduras) que recibía ayuda económica de los Estados Unidos, algo a lo que hace unos meses Trump puso fin, precisamente ‘por no crear mejores condiciones de vida y evitar las caravanas hacia este país’, argumentó el mandatario de EU.
La situación es difícil, nadie gana con este ‘tira y encoje’... Estados Unidos ve que su nueva ley de migración puede tener un salidero; a Guatemala, por decirlo, de alguna forma, no le conviene disgustar ‘al cocinero’, y a los migrantes, pues éstos son sin dudas el eslabón más débil.
El presidente de Guatemala tenía previsto viajar a Estados Unidos para reunirse con su colega estadounidense y estampar su rúbrica en un acuerdo que habría convertido a su nación en “tercer país seguro”.
La CC, por otro lado, otorgó un amparo provisional a tres recursos que fueron planteados en contra de la posible decisión del gobierno de firmar el mencionado acuerdo, dejando a Morales ‘amarrado’ de pies y manos en este aspecto. Sólo le queda esperar el respaldo del Congreso.
Hay muchas personas que se quedan como el chinito... ‘nomás milando’.