Con el tiempo y la madurez, descubrirás que tienes dos manos; una para ayudarte a ti y otra para ayudar a los demás.
Audrey Hepburn
Hacer gala de valores como ser humano, despojado de toda vanidad, es sin dudas algo hermoso, sin embargo la generosidad, por sí sola, ponerla en práctica, debe ser agradecida por los beneficiarios , a la vez que reporta satisfacción.
Incuestionablemente ser generoso es una actitud que repercute de manera positiva en la sociedad, permite acercarse a los demás, no por gusto se considera un valor relevante.
La generosidad es una virtud que pocas personas ponen en práctica de manera sostenida, pese a su importancia.
Por poner un ejemplo, cuando se habla o escribe de riqueza, no solo se hace referencia al dinero, también a los bonitos sentimientos que una persona exterioriza.
Ayudar a los demás sin esperar nada a cambio es la máxima expresión de la generosidad, es un valor que impulsa a compartir con los demás. La generosidad puede darse de dos maneras, de forma material con acciones, algún donativo económico, regalar juguetes a niños, donar alimentos...
La generosidad es el hábito de dar o compartir, muchos la comparan con la caridad, la consideran una virtud. La generosidad se acepta extensamente en la sociedad como un hábito deseable.
Donar tiempo o talento como voluntario, realizar un donativo a una organización comunitaria, o un simple acto de amabilidad en la calle, tienen un profundo sentido y por supuesto reporta beneficios que van desde la satisfacción personal.
Quien desde su generosidad decide contribuir a una causa encuentra felicidad y plenitud en el gesto de dar y dar sin esperar retribución. Quien recibe la ayuda, persona o causa social, consigue lo necesario para atender sus necesidades.
Las afectaciones del Covid 19 permitieron que mucha gente, en diferentes lugares, mostrara su lado más generoso, dirigido, más que todo, a salvar vidas... una cifra significativa de personas ofreció servicios de manera voluntaria, propiciando que otros accedieran a las vacunas.
Es importante que los niños aprendan de valores y los apliquen en su vida diaria, que agradezcan cuando alguien es generoso con ellos, es una manera de expresar gratitud.
Está claro que cuando se es generoso, se ofrece algo de manera voluntaria, es porque se conoce que otra persona necesita o desea algo, entonces se procede a dar de manera desinteresada, sin esperar nada a cambio.
Corren días festivos, comienza a ‘respirarse’ un ambiente diferente, por al proximidad de las fiestas navideñas, y ellas están aparejadas al sentimiento de generosidad, de dar al que más necesita. ¡Es tan hermoso!
La entrega de alimentos, juguetes, útiles escolares, cobijas, agua cuando las temperaturas son más altas, pavos para que las familias disfruten de una cena en familia, clasifican como gestos que se deben tener muy en cuenta, se agradecen. Se trata de un valor del que urge hacer gala, no escatime. Dios premia al generoso.