Editorial: El turismo médico y el viacrucis migratorio

No es una noticia nueva, fresca, como esas que algunos leen al sacar el periódico del refrigerador, sin embargo reconforta saber que el llamado ‘turismo médico o de salud’ se consolida en el municipio de Mexicali, distante unas cinco horas por carretera.

Una esmerada atención en el campo de la salud -atienden diversas patologías- y el turismo traen consigo un aumento del número de visitantes que viaja a Mexicali, corroboró el representante del Comité de Turismo y Convenciones de aquel territorio en reciente visita a Las Vegas. Es bueno resaltar las bondades del turismo de salud que ofrece Mexicali, con servicios e instalaciones hospitalarias avaladas por los Estados Unidos... cuidados de primera, desvelo, interés por curar al paciente, junto a un marcado profesionalismo, dicen mucho de esta magnífica oportunidad. 


Si a lo anterior se unen los precios, muy por debajo de los que se cobran en los hospitales de Estados Unidos, entonces los beneficios, la propuesta es aún mejor, ‘le abre los ojos’ al enfermo, a sus familiares o cualquier hijo de vecino que sólo necesita un examen de rutina. No puede ponerse a un lado la existencia de un carril médico de cruce internacional para residentes en los Estados Unidos o turistas procedentes de otros países con lo que se evita una demora prolongada. 

El Almater, por poner un ejemplo, es un hospital de Mexicali que data de unas tres décadas y entre sus servicios cuenta con hospitalización, emergencias, banco de sangre, consulta externa, laboratorio, imagenología, unidad de cuidados intensivos y medicina ambulatoria, hemodiálisis, ambulatoria, cirugía, entre muchos otros, con una treintena de especialidades.

Respecto a lo más demandado por parte de locales y pacientes que llegan a Mexicali en calidad de visitantes con la intención de ir al médico, vale apuntar que se encuentran servicios dentales, medicina general, ortopedia, pediatría, cardiología, ginecología, oftalmología, sin dudas una gama amplia, servicios rápidos, sin tanto ‘peloteo’, al alcance de todos, o de casi todos. Y es ahí lo lamentable. Mexicali está relativamente cerca, con servicios de primera, precios módicos, posibilidad de hospedaje para los familiares, el cruce médico fronterizo, sin embargo miles de personas residentes en el valle de Las Vegas no poseen documentos migratorios y se ven impedidos de utilizar aquellos servicios tan demandados.

Que buena propuesta, relacionada con la salud que es lo más preciado, que permite también ahorrar, solucionar o por lo menos tratar de resolver un determinado problema, sin embargo...  

Un sistema migratorio destartalado como el de los Estados Unidos, llamado a una reparación, vuelve a hacerse sentir para impedir que muchas personas puedan disponer, contar con servicios de salud asequibles, más baratos, sencillamente necesarios.

 

Ojalá quien resulte electo el venidero noviembre ‘se ponga el jacket’ y contribuya a resolver este fardo que de una u otra forma afecta a muchos.

 

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