Editorial: El tabaco... enemigo implacable

Desde hace varios años, a instancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se celebra el denominado ‘Día Mundial sin Tabaco’, cuyo objetivo prioritario es llamar la atención sobre los efectos  nocivos del mal hábito de fumar.

La propia OMS reitera que la exposición al tabaco en cualquiera de sus formas, es la principal causa prevenible de defunción en el mundo; actualmente contribuye al fallecimiento de uno de cada 10 adultos en el mundo.

Se trata, por encima de todo, de resaltar los riesgos para la salud que trae consigo el consumo de tabaco, además, es importante promover políticas eficaces, efectivas, para reducir este hábito; la imagen de un cenicero y una rosa -que da la vuelta al mundo- es el símbolo o logo que representa esta campaña.

Entre los efectos nocivos del tabaco, llevan la ‘voz cantante’ la nicotina (es, en opinion de los expertos), considerado el principal componente del tabaco y el responsable de la dependencia.

Le siguen los llamados gases irritantes, que afectan de manera significativa el aparato o las vías respiratorias; el monóxido de carbono -se trata de un gas que procede de la combustión de la hebra de tabaco, y por último, aunque no menos relevante, las sustancias cancerígenas, que por lo general se encuentra en el humo del tabaco. 

Durante la combustión del tabaco o cigarro se forman las mencionadas sustancias, del papel de los cigarrillos e incluso del alquitrán.

A los expertos de la OMS les asiste toda la razón cuando precisan que al fumar, se causa daño tanto a los fumadores, o personas con hábito, como a quienes están cerca y forman parte de los llamados ‘fumadores pasivos’.

Resulta conveniente no perder de vista que el tabaco se relaciona con alrededor de 15 tipos diferentes de cáncer, que afectan sobremanera el  pulmón, la laringe, vejiga, esófago o boca, entre otras partes del cuerpo.

Un estudio exhaustivo de la Sociedad Española de Oncología Médica destaca que entre el 30 y el 50 por ciento de los tumores son evitables, específicamente si se pone a un lado el hábito de fumar, por si fuera poco dicho análisis corrobora que uno de los principales factores de riesgo es el tabaco.

Lamentablemente a pesar de las múltiples campañas contra el hábito de fumar, aun es significativa la cifra de fumadores activos y pasivos, mientras el tabaco provoca la muerte de unos ocho millones de personas a causa del cáncer cada año. Lo equivalente a la población de algunos países, lo cual es en extremo alarmante.

Nueve de cada 10 personas desconocen que beber o fumar aumenta el riesgo de desarrollar un cáncer, por ello, dada la cercanía del ‘Día Mundial sin Tabaco’, es conveniente insistir en que nunca es tarde para dejar el hábito de fumar.

El mal hábito de fumar mata a millones de personas cada año, más de siete millones de esas muertes se deben al consumo directo del tabaco y, lo que es importante, también causa un daño tremendo el ‘humo ajeno’, ése al que están expuestos los no fumadores.

El mejor momento para dejar de fumar es, no lo dude... ahora mismo. Ponga el cigarrillo a un lado.

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