Editorial: El Mundo... una vida junto a los suyos

Quizás muchos pensaron que aquel periódico que veía la luz por vez primera en junio de 1980 sería una publicación esporádica, de vida corta, que después de algunas salidas pasaría al olvido. 

Quienes así reflexionaban de seguro no contaban con la entrega y perseverancia de Eddie Escobedo Sr., de sus familiares y amigos, del equipo de trabajo que sin mirar el reloj se empeñaba en publicar lo que resultaba de mayor interés para la comunidad, muchas veces uniendo la noche con la madrugada y el amanecer.

Noticias, fotos, entrevistas, comentarios, anuncios... en español, aparecidas en el periódico, pasaron a formar parte de la vida de miles de personas en el valle, y lo que es mejor, la gente comenzó a esperarlo cada semana, a hacerlo suyo, a demostrarle su preferencia. 

Los nombres de los dueños, de sus colaboradores, de reporteros y fotógrafos comenzaron a hacerse conocidos, muy conocidos, más que todo por la consagración al trabajo del colectivo.

Pasaron semanas, meses, años, hasta llegar a 38, cumplidos hace apenas unas pocas horas, y la publicación vive, con menos páginas sí, pero con el mismo entusiasmo de entonces, con el deseo de ofrecer siempre lo mejor a los lectores, ratificando una y otra vez su lealtad a la comunidad hispana.

Anima al pequeño pero no menos optimista grupo de trabajo, tomarle el pulso al aspecto noticioso del valle, brindar en cada página un producto profesional, respetuoso, actual, de manera amena, donde cada línea se escribe pensando en el destinatario, por una razón sencilla: para El Mundo los lectores y anunciantes son lo primero.

Cómo se puede estar por 38 años en la preferencia de un público procedente de múltiples países, con una cultura variopinta, exigente...

La explicación, fórmula al fin, es difícil y es fácil; complicada porque no muchos medios pueden exhibir un quehacer perseverante, a prueba del tiempo, resistiendo los embates. Fácil porque lo que ‘mueve’ al colectivo es el amor, la pasión por lo que hace, y pensar una vez y otra vez en los lectores.

Un vistazo a las páginas de El Mundo, muchas de ellas, por largo tiempo hechas a mano, letra por letra, permite asegurar que a la publicación nada relacionado con la comunidad le ha sido ajeno.

Políticos, profesionales prominentes, diplomáticos, maestros, estudiantes, deportistas, artistas, personas emprendedoras, bomberos, paramédicos, amas de casa, agentes del orden, mujeres que han hecho del tesón su bandera para salir adelante, víctimas de violencia, veteranos... la lista es muy extensa y todos, sin excepción, han pasado por las páginas de El Mundo.

A esta publicación le ajusta, por derecho propio, aquella hermosa frase de José Martí: el periódico es la vida. Y en este caso cobra mayor relevancia por tratarse de un periodista de marca mayor, que ejerció la profesión aun en las condiciones más adversas.

Sencillamente la vida del valle, de la ciudad de Las Vegas, no puede contarse sin mencionar a El Mundo, un honor ganado a pulso, a fuerza de trabajo y constancia, de amor. Muchas felicidades a los anunciantes y lectores, a quienes por 38 años mantienen al semanario como su preferencia. 

 

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