El 23 de agosto de 2013, la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 6 de abril como el ‘Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz’, con el objetivo primordial de llamar a la conciencia respecto al rol que le corresponde y puede literalmente desempeñar la actividad del músculo en la promoción de los derechos humanos.
La ONU sostiene que el deporte tiene el poder de cambiar el mundo, ha desempeñado un papel relevante en todas las sociedades, para hermanar a hombres y países. Es una herramienta fundamental, poderosa, ideal para fortalecer lazos sociales, promover la la solidaridad, la camaradería y el respeto.
El deporte y la actividad física tienen una importancia capital en cada rincón del mundo; la incidencia va más allá de Juegos Olímpicos, Copa Mundial de Futbol, campeonatos del orbe, Panamericanos, Centroamericanos, torneos de barrios, por invitación, sin obviar lo que tiene que ver con la salud, y por supuesto la paz.
Es casi seguro que muchos niños, adolescentes, jóvenes, adultos, de esos que patean el balón los fines de semana, no hayan escuchado nunca el nombre de Pierre de Coubertain, llamado con absoluta justicia ‘padre del olimpismo o de los Juegos Olímpicos’.
La fecha fue escogida para conmemorar los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, llevados a cabo en Atenas, Grecia, fue del 6 al 15 de abril de 1896.
Fue -y es- una oportunidad excelente para reconocer el papel que el deporte y la actividad física desempeñan en las comunidades y las vidas de las personas en todo el mundo.
Si en la antigua Grecia se detenían las acciones bélicas para celebrar los juegos, las competencias entre guerreros colosales que deleitaban a todos con sus habilidades, hoy cada partido, encuentro deportivo, competencia, es ideal para ‘sembrar’ la semilla de la amistad, verla crecer y florecer.
Sirve sin dudas el deporte para convocar a todos, en las canchas, las gradas, frente al televisor, y también para cerrar filas en favor del respeto, la camaradería, la paz, el unirse en pos de objetivos y propósitos nobles. Todo ello contribuye también a hacer más hermoso el deporte, el mundo.
Por otro lado la actividad física contribuye a la prevención de enfermedades, de manera significativa va de la mano con la buena salud. Los ejercicios físicos reducen los síntomas de la depresión y la ansiedad.
¿Cuánto ha hecho, ha permitido la práctica del deporte a las mujeres? Nunca más se podrá platicar de la actividad del músculo sin mencionarlas, se lo han ganado por derecho propio. Han llegado muy lejos.
Entonces la paz, la salud, el respeto entre los hombres, las mujeres, el hermanamiento, el hecho de que el mundo siga con atención los juegos, las Copas, múltiples eventos competitivos, indica a las claras que el deporte es un derecho de todos, influye en la vida de millones de personas en los cuatro puntos cardinales, y este sábado 6 salir a las canchas, hacer ejercicios, caminar, es una manera de honrarlo.