Editorial: El Coronavirus no sabe de independencia, pero...

La cifra crece por minutos, en todos lados, con Estados Unidos, la India, Brasil, México llevando la peor parte; está claro que el Coronavirus no sabe de fechas de independencia, pero los hispanos no se detienen a la hora de celebrar.

“No es como en años anteriores, hay que protegerse, cumplir las indicaciones, pero tampoco es como para dejar que la fecha de nuestra independencia pase inadvertida, eso no”, afirmó el salvadoreño Nelson Sierra.

Mexicanos, salvadoreños, costarricenses, hondureños, guatemaltecos, nicaragüenses, chilenos, celebran en este Mes de la Herencia Hispana la independencia de sus respectivos países, y eso, es innegable, es motivo de sano orgullo.

Como bien apunta Sierra no es el momento -por el Coronavirus- de dar paso a la comida, los platos típicos, las danzas, los desfiles de banderas, la música, los festejos, “sin embargo, acota, debemos recordar la fecha... nos une no sólo la situación geográfica de nuestros países, también la historia, y ésta no se puede poner a un lado”.

Semanas antes la directiva del llamado ‘Comité Centroamericano’ precisó: “no tendremos la tradicional Fiesta Centroamericana porque es prioritario cuidar la salud, pero la independencia la vamos a celebrar en un evento cerrado, dirigido a recordar a nuestros héroes y la historia”.

Si bien el Mes de la Herencia Hispana está más que justificado, por sobradas razones, de la independencia se platica días, semanas antes, y es que ese momento histórico, pese a la lejanía y el vivir en otra nación, vive con renovadas fuerzas dentro de cada mexicano, salvadoreño, tico, nica, chapín, hondureño y chileno. Es el orgullo nacional.

Por ejemplo, los hondureños tienen muy presente el ‘Día de la Bandera’ el 6 de septiembre, y a partir de ese momento la celebración se extiende hasta el 15. Ambas fechas están íntimamente ligadas a su historia, lo aprendieron de sus abuelos, de sus padres... lo mismo sucede con los hijos de los restantes países, el orgullo lo llevan en la sangre, en el ADN.

Los mexicanos, optimismo y entusiasmo aparte,  orgullosos por su historia, hacen gala por estos días del verde, el blanco y el rojo... son los colores patrios, y eso ni el coronavirus, nada ni nadie puede ensombrecerlo.

El archiconocido virus que desde principios de año azota al mundo, reporta afectaciones de todo tipo, no puede con el amor patrio, con lo que millones de personas llevan por dentro, con lo que se celebra y recuerda por estos días.

El Coronavirus, sin dudas, es algo terrible, que carga sobre sus espaldas miles de fallecidos y una cifra aun mayor de contagiados, sin embargo palidece ante el entusiasmo de mexicanos, chilenos, salvadoreños, guatemaltecos, hondureños, nicas y ticos asentados en el valle.

Muchos celebraron la independencia de una manera singular, no porque faltara entusiasmo y alegría, mas bien para hacer lo suyo, lo que corresponde a fin de evitar la propagación de la enfermedad, sin perder la confianza en un futuro mejor. 

 

Como bien dijo en su momento el poeta: ‘venga la esperanza’.

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