La amistad es el amor, pero sin alas... Lord Byron
‘Para estar total, completo, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor’, escribió Mario Benedetti, y nada más lejos de la realidad, algo así para traer a colación este 14 de febrero.
Claro, que lo anterior, en alguna medida, echa por tierra eso de que al amor lo pintan ciego, cuando el enamorado ‘no ve’ ni lo que tiene a una cuarta de sus ojos... o no quiere ver.
La tesis de que el 14 de febrero, lo que significa, lo han mercantilizado, tiene mucho de cierto, pero no cobra fuerzas por dos razones tan grandes como una casa: es verdad que la fecha ha dado pie a la venta y reventa de tarjetas, flores, ositos, chocolates con su carga afrodísiaca... es una fiesta singular, y por otro lado, a quién no le gusta que le regalen.
El brillante poeta chileno Pablo Neruda lo resumió en nueve palabras: “En un beso sabrás todo lo que he callado”. Y hay que volver a Benedetti cuando dejó sentado: “Te quiero como para leerte cada noche, como mi libro favorito quiero leerte, línea tras línea, letra por letra, espacio por espacio”.
Los tiempos cambian, pero el amor y la amistad permanecen; los adolescentes y jóvenes de estos tiempos (con las neuronas tan revueltas como antes), apelan al teléfono, al whatsapp, al correo electrónico -ya ni siquiera son muy amigos del facebook-, para decir lo que antes bastaba con una hoja de papel, un lápiz partido (casi siempre) un lacito y una foto... los chocolates venían después.
Respecto a la amistad, un amigo es un amigo, sin reparar en su edad, dónde vive, como se peina, y menos aun su posición política o religiosa, más que todo interesa su calidad humana.
El amor y la amistad no mueren, son dos de los sentimientos más hermosos, y ambos, como común denominador, exigen que la entrega sea total, dicho de otra manera, el amor y la amistad no admiten medias tintas. No hay medio amigos, y no vale aquello de que está medio enamorado. Eso no existe.
En periodismo hay que caminar sobre la cuerda floja para no ser categórico, sin embargo tratándose del amor es sencillo: Se ama o no se ama. Y claro que de alguna forma el amor tiene que ver con el gusto. Lo que no entra por los ojos... pero conviene no olvidar aquello de que: lo que más me gusta de ti es el diente que te falta... o el amor entra por la cocina, preámbulo de lo que vendrá después. Hay casos y cosas.
Neruda apuntó: “Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde, te amo directamente sin problemas ni orgullo: así te amo porque no sé amar de otra manera”.
El amor y la amistad, como los boleros, llegaron para quedarse, porque en ellos, de una u otra forma tiene que ver el corazón, los sentimientos. De eso se trata.