Editorial: El agua... y lo real maravilloso

Los ambientalistas habían previsto celebrar la Semana Mundial del Agua en los últimos días de agosto, pero el esperado evento ha sido pospuesto (o suspendido). ¿Culpable? El Coronavirus.

Durante varios años -desde 1991- la actividad reunió a unas 4 mil personas en Estocolmo, en lo que se considera una de las conferencias más relevantes del mundo, pero, ya se sabe, el mencionado virus no cree en zonas geográficas, ricos y pobres, jóvenes y adultos... ni en ambientalistas ni defensores a ultranza del agua. Lo ha trastocado todo.

Es innegable que para los nevadenses el vital líquido tiene una importancia especial, más aun para quienes viven en Las Vegas, una impresionante ciudad levantada en medio de la nada, en el desierto de Mojave... como si fuera lo real maravilloso.

Dicho de otra manera, en Las Vegas, en Nevada, hay que ahorrar el agua, cuidarla, conservarla, si o si. Bien lo dejó sentado el poeta: “Miles, millones  de personas han sobrevivido sin amor, ninguna sin agua”.

Entonces, aunque el Coronavirus impida la reunión allá, en la civilizada Europa, para abordar un tema  tan importante como indispensable, los nevadenses deben tener cada día una reunión con su conciencia, preguntarse si han hecho algo por ahorrar el agua, por conservarla para las presentes y futuras generaciones.

Qué dirá un abuelo -dentro de unos años- cuando su nieto le pregunte, ¿qué hicieron ustedes por preservar el agua, por ahorrarla para nosotros y quienes vienen detrás?

El Distrito del Agua indica, sugiere medidas, todas ellas encaminadas al ahorro, pero -siempre hay un pero- es innegable que pese a la adopción de  medidas la sequía es grave, uan especie de ‘espada de Damocles’ para miles de familias asentadas en el valle de Las Vegas.

Con la escasez en el horizonte -aunque a la vista de todos- la conservación del preciado líquido es importante (tal vez más importante que nunca) para la comunidad.

Un vistazo al descenso del agua en el Lago Mead, por poner otro ejemplo, trae a colación aquello de que “No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo”.  

Con el agua no es preciso, ni lo más conveniente, aprender la lección cuando ya no se dispone de ella o cuando su utilización es limitada por las circunstancias. Noooooo.

El conocido genio Leonardo Da Vinci afirmó: “El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza”. Lo que puede interpretarse como que la vida en la tierra sería inconcebible sin agua y, por lo tanto se convierte de hecho en el motor más potente del mundo.

Volviendo a Nevada, a Las Vegas, es menester tener muy en cuenta que mientras se conserve, se cumplan al pie de la letra las indicaciones de las Autoridades del Agua, la comunidad estará bien... sin embargo es preciso conservar. No lo deje para mañana.    

 

“Si hay magia en este planeta, está contenida en el agua”. Así de sencillo.

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