Fin de año no es ni un final ni un comienzo, es un seguir adelante con más sabiduría
El 2024 entra en la recta final. Diciembre va con paso raudo, deja atrás su primera semana y enrrumba a esas fechas que millones de personas esperan en muchas partes del mundo para celebrar.
Sin embargo diciembre no es de los que saca ‘bandera blanca’ tan fácilmente, viene cargado de eventos y efemérides, en esta oportunidad desde el domingo primero (Día Mundial de Lucha contra el SIDA), hasta la denominada Noche Vieja (martes 31).
Cuando salga a la luz esta edición (viernes 6), quedaron a la zaga las jornadas dedicadas a las personas con discapacidad y el Día Internacional del médico (martes 3), junto al que resalta el desempeño de los voluntarios (jueves 5).
Este sábado 7 es el Día de la Aviación Civil, mientras el domingo 8 se celebra un aniversario más de la radio y la televisión dirigida a los niños.
No puede pasarse por alto el Día proclamado para poner fin a la violencia contra las trabajadoras sexuales (martes 17), ni la jornada dedicada a la práctica del baloncesto (sábado 21).
Cada una de las efemérides citadas antes clasifican sin dudas como relevantes, a ellas se unirán, con carácter local la inauguración (este viernes 6) de la Expo de Pintura Horizontes Paralelos, a cargo de los artistas de la plásticas (Orlando Nodarse, Jairo Eli y Alexey Pérez); la tercera edición del Encuentro de Escritores (sábado 7) y la Navidad con Colibríes (domingo 8), son actividades relacionadas con la cultura y las tradiciones.
Como se sabe, cada año millones de personas de diferentes nacionalidades celebran la llamada Noche Buena (esta vez el martes 24), una festividad de marcado vínculo religioso y que junta a familiares y amigos, incluso hasta a vecinos.
El Día Internacional de la Preparación contra las Epidemias es el viernes 27, luego la escena queda lista para la jornada ‘de los inocentes’ sábado 28, y la Noche Vieja el último día del año (martes 31).
Corren días, semanas, en que la gente se reúne, celebra, y es preciso desterrar el odio, el rencor, la indiferencia, la ira, el llevarse mal o creerse superiores a los demás.
No hay motivos para mirar a un semejante por encima del hombro, tratarlo en mala forma, ser descortés, menos aún cuando se impone la amabilidad, la cortesía, la generosidad...
Las posibilidades económicas, el color de la piel, las posiciones políticas, las preferencias sexuales, no pueden -por ningún concepto- ser motivo para fricciones, dar paso al odio y el rencor, las malas acciones.
Es menester dar al amor el lugar que le corresponde, actuar de manera que florezca la amabilidad, el respeto, la bondad, las buenas acciones, hacer que las amistades se hagan más sólidas, la gente esté presta a ayudar, acercarse a quienes tienen menos, a los enfermos, a quienes padecen hambre y frío, necesitan una palabra de aliento, motivación, y en tal sentido, sin duda alguna, el mes que transcurre se pinta solo para la unión.