Editorial: Devoción por la Virgen de Guadalupe

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Millones de fieles acudirán este año a la Basílica de Guadalupe para festejar el aniversario 486 de la milagrosa aparición de la virgen al indígena –ahora santo- Juan Diego en el Tepeyac. Para celebrar el acontecimiento, en esta ciudad varias parroquias llevarán a cabo misas y festejos este martes 12 de diciembre.

Es difícil imaginar que los mexicanos nacidos en años recientes no hayan venido a este mundo con la devoción por la Virgen de Guadalupe, porque ella ha sido fruto del amor, la experiencia, la gratitud. Sobre todo porque México ha visto que la unidad familiar se mantiene por medio de la veneración de la Guadalupana, compartió el año pasado el sacerdote Alberto Alzate, párroco de la iglesia San Cristóbal y quien tiene muchos años atendiendo las necesidades de la gente en el corazón del barrio hispano de la ciudad.

La tradición se mantiene vigente gracias a los milagros, la gratitud y las bendiciones. El folclor, los mariachis, son medios por los que se ha fomentado la devoción a la virgen.

Conocida también como Emperatriz de las Américas. A su llegada a Las Vegas, el padre Alberto –ofició por muchos años en la iglesia de Santa Ana- no le sorprendió la veneración a la Guadalupana porque sabía que ella era vínculo de humildad, de unidad y proyección de la fe.

La religiosidad de los mexicanos se plasma en la Tilma de Juan Diego, las familias nacieron en su seno y se refleja su bondad a través de la Santísima Virgen, agregó en aquella oportunidad el sacerdote.

Debido a la predicación Mariana de la iglesia, “puedo decir que a veces, mucha gente conoce más a María que a Jesús”, aseveró.

Antes de morir, en un acto de desprendimiento, Jesús le dice a su madre –en  la persona de su discípulo Juan- Mujer, he ahí a tu hijo, eso significa la entrega de María a todos nosotros, la figura maternal, universal.

Ese es el valor que debemos darle a las madres en la actualidad.

Como comunidad, ante esta situación tan convulsa, tendremos que pedirle a la Virgen de Guadalupe que su presencia en los hogares fomente la unidad para descubrirla y proyectarla en todas las personas que integran nuestras familias.

Si los hombres, las mujeres... miran a todos lados y no encuentran solución a sus problemas, a las dificultades que la aquejan, entonces de seguro elevan sus ojos al cielo, piden a Dios, a su hijo Jesús, a la Virgen de Guadalupe, y no falta la devoción, el cariño, el respeto, el agradecimiento. Por estos días tienen lugar jornadas de fe y peticiones, mientras para el martes 12 nadie debe extrañarse por la presencia de las bandas de música, los cánticos y rituales, los altares.

Corren tiempos propicios para redoblar la fe, pedir por la paz, la salud y prosperidad de la familia, para que todo fluya de la mejor manera, y también por supuesto, para una mejor convivencia, para ofrecer disculpas. Mateo 5:24 deja sentado: deja tu ofrenda allí, delante del altar y ve a reconciliarte primero con tu hermano. 

De seguro la Virgen de Guadalupe verá con agrado las buenas acciones. 

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