Editorial: Derechos humanos... derechos de todos

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Un derecho no es algo que alguien te da; es algo que nadie te puede quitar.

                                           Ramsey Clark

 

El próximo domingo 10 se cumplen 75 años de uno de los compromisos mundiales incuestionablemente más revolucionarios: la Declaración Universal de los Derechos Humanos (conocida por las siglas DUDH). Este documento, de por sí histórico, consagra los derechos inalienables que toda persona tiene como ser humano, sin reparar en su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Parece sencillo.

El activista sudafricano por los derechos civiles Nelson Mandela, quien tomó posesión de la presidencia de Sudáfrica a los 77 años reiteró: “Privar a las personas de sus derechos humanos es poner en tela de juicio su propia humanidad”. Sin dudas excelente su señalamiento.  

La Declaración por los Derechos Humanos fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948 y establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero. Sin excepción.  

Disponible en más de 500 lenguas, se considera que es el documento más traducido en todo el mundo. Trascendió que la campaña -de un año de duración- centrada en la universalidad, el progreso y el compromiso, culminará en un acto de alto nivel en el que se anunciarán compromisos mundiales e ideas para concretar el futuro de los derechos humanos.

El laureado actor Robin Williams, precisaba: “No importa lo que diga la gente: las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo.

Se trata de la dignidad, la libertad y justicia para todas las personas.

En las décadas transcurridas desde la adopción de la Declaración en 1948, los derechos humanos han sido más reconocidos y garantizados en todo el mundo. 

Ha servido de base para un sistema de protección de los derechos humanos en expansión que hoy se centra también en grupos vulnerables como las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y las personas migrantes. 

No obstante, es incuestionable que la promesa de la Declaración de dignidad e igualdad de derechos para todas las personas, sufre o experimenta un ataque constante.  Cuando el mundo se enfrenta a desafíos nuevos y continuados —como las pandemias, los conflictos, las desigualdades crecientes, la quiebra moral del sistema financiero mundial, el racismo y el cambio climático—, los valores y los derechos consagrados en la Declaración sirven de guía para las acciones colectivas con el marcado propósito de no dejar a nadie atrás.

El reconocido cantante jamaicano Bob Marley resaltaba: “Levántate, defiende tus derechos, levántate, no dejes de luchar”.

La campaña por los tres cuartos de siglo -de un año de duración- tiene por objetivo reorientar el trabajo y medidas para un mayor conocimiento de la universalidad de la referida declaración.

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