Editorial: Día del Niño; jornada para la inocencia y las travesuras

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Así queremos que los niños de América‚ sean: hombres que digan lo que piensan, y lo digan bien: hombres elocuentes y sinceros.                 José Martí

El venidero martes 30 es de manera incuestionable un día especial, se trata de la jornada para agasajar a los más pequeños de casa. Y en tal sentido se debe recordar a José Martí, el periodista, el maestro, el escritor, el poeta, el patriota... el autor de un libro imprescindible: ‘La edad de oro’.

Fue precisamente Martí quien dejó sentado: “Para los niños trabajamos porque ellos son los que saben querer... los niños son la esperanza del mundo”.

El Día de los Niños es propicio para darle a cada pequeño un beso y un abrazo, felicitarlos, celebrar con los amiguitos del salón de clases, con los hermanitos, los primos, los vecinos, todo ello sin perder de vista las responsabilidades con los estudios, el ayudar en casa.

En tal sentido Martí resaltó: “Los niños debían juntarse una vez por lo menos a la semana, para ver a quien podían hacerle algún bien, todos juntos”.

Y el más universal de los cubanos abundó: 

El niño ha de trabajar, de andar, de estudiar, de ser fuerte, de ser hermoso: el niño puede hacerse hermoso aunque sea feo; un niño bueno, inteligente y aseado es siempre hermoso. Pero nunca es un niño más bello que cuando trae en sus manecitas de hombre fuerte una flor para su amiga, o cuando lleva del brazo a su hermana, para que nadie se la ofenda: el niño crece entonces, y parece un gigante.

Este martes 30 resulta una oportunidad excelente, es conveniente platicar con los hijos, pasear, jugar, salir a comer, o posponerlo para el fin de semana -o los días de descanso en el trabajo-, pero no dejarlo pasar inadvertido.

También es bueno platicar, al menos unos minutos, sobre la cercanía del fin de curso escolar, el horario de estudio, y hacer planes para las vacaciones.

Celebrar en familia, festejar este 30 de abril es un excelente momento para obsequiarle un día único, excepcional, que recuerde por mucho tiempo; es sin dudas una ocasión para reunirse padres, tíos, abuelos en torno a los pequeños de casa y reiterarles el cariño que se siente por cada uno de ellos. Darle luz verde a la inocencia y las travesuras.

Ir al cine o ver una película en casa, visitar un museo con todo lo de diferente que reporta una visita de este tipo; reunirse en el parque preferido de los niños, o sencillamente organizar una fiesta, pueden ser actividades en que los pequeñines se diviertan de lo lindo. Es más trabajo para mamá, pero la ocasión lo amerita para hacerles su plato o dulce preferido.

O si prefieren hacer manualidades, ir a parque de diversiones, a una excursión, a una boliche o a patinar, todas son experiencias para disfrutar y no olvidar en largo tiempo.

Los niños, resaltó Martí, saben más de lo que parece, y si les dijeran que escribiesen lo que saben, muy buenas cosas que escribirían.Los niños, agregó, debían echarse a llorar, cuando ha pasado el día sin que aprendan algo nuevo.

De antemano los dueños del semanario El Mundo, su colectivo de trabajo, desea muchas felicidades a cada niño del valle, los mejores deseos, que hagan realidad sus sueños.

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