El Día del Padre, en México, se celebra todos los años el tercer domingo de junio. Para el 2017 la fecha es el domingo 18 de junio, igual que en los Estados Unidos. Es una conmemoración para recordar a nuestros papás lo importantes que son en nuestras vidas.
En el sitio electrónico Cuando Pasa, explican que “varias semanas antes los niños en las escuelas se dedican a preparar un regalo para sus padres. Es sabido que –a veces- realizar un regalo a los hombres es mucho más difícil que con las mujeres. Por esa razón hay que averiguar disimuladamente que es lo que necesita y conseguirás así el regalo perfecto para tu papá. Puedes demostrarle tu afecto en esta fecha tan especial con un regalo, o pasando un día juntos en familia.”
El origen de esta efeméride surge a principios del siglo XX en los Estados Unidos, cuando Sonora Smart Dodd quiso homenajear a su padre (Henry Jackson Smart). Henry era un veterano de guerra viudo. Vivía en una granja en el Estado de Washington, allí se hizo cargo de la educación de sus seis hijos. Sonora Smart se dio cuenta de que su papá había sido todo un ejemplo a seguir y propuso la fecha del nacimiento de su padre, el 19 de junio, para celebrar el Día del Padre.
En México no solo es un homenaje a nuestro padre biológico, sino también a todas aquellas personas que actúan como figura paterna. Esta celebración es un precioso homenaje a todos los padres mexicanos y un merecido reconocimiento por todo lo que han hecho por nosotros.
El doctor Glenn Mollette hizo una profunda reflexión que compartimos a continuación sobre el significado de un padre.
“Nunca soñé que sería un abuelo. Mi hijo mayor tenía 32 años cuando me anunció que mi esposa y yo seríamos abuelos. Ahora tiene casi dos años y es un niño encantador. Desde entonces nuestra hija menor ha tenido más, de manera que ahora tenemos tres nietos.
Los “grandbabies” son más fáciles de educar que los hijos. Los amamos, los consentimos demasiado, los arruinamos y luego los devolvemos a sus padres.
Si somos afortunados, la vida avanza de prisa y tenemos la oportunidad de mirar detrás. Las personas mayores tienen la oportunidad de mirar hacia atrás en las alegrías, los placeres y los remordimientos de la vida y todo el mundo tiene un poco de todos ellos.
La alegría que me trajeron mis hijos pequeños es más de lo que puedo escribir. Eran dos niños dulces que escuchaban mis estúpidas historias de dormir casi todas las noches. Crecieron para llenar mi casa con guitarra y música de batería y me mantuvieron saltando durante su adolescencia. Extraño cargarlos en el coche y dirigirnos a ver a sus abuelos.
Ahora mis hijos tienen 34 y 31 y nuestras conversaciones y vidas son ahora muy diferentes. Los amo y todavía espero cada minuto que tengo que hacer algo juntos o simplemente pasar el rato con ellos.”
La paternidad es una bendición para ser disfrutada y siempre habrá unos momentos para soportar, eso es parte de la vida.
Dile a tus hijos que los amas y participa en sus vidas y actividades. Si has cometido errores hoy tienes que tratar de ser un mejor padre. Nunca es tarde para hacer algo correcto.