Editorial: Cuando la vida depende en gran medida de reciclar

En los países del mal llamado tercer mundo, tal vez  no haya tanto consumismo -qué le parece la palabrita- como aquí... los Estados Unidos es una nación a la que uno llega con una maleta medio llena y al cabo de tres meses, solo tres meses, necesita un camión para mover sus cosas.

Que bien que el reciclaje va imponiéndose, más que todo porque resulta un arma en extremo eficaz contra la contaminación. Reciclar es exactamente eso, utilizar los desechos, lo que ya no vamos a usar, en otra cosa, recuperarlo.

Por supuesto que reciclar también tiene incidencia en lo relacionado con el empleo, para llevar a feliz término el proceso se requieren industrias, operarios de máquinas, personal dedicado a clasificar...

Cuando se recicla se reduce la labor de extración, por ejemplo, de transporte y elaboración de materias primas, además del ahorro de energía, de esa energía que es preciso gastar para todo lo anterior; no puede obviarse lo relacionado con el aire. La calidad del aire y la salud están muy vinculados.

Por ejemplo, al reciclar plástico, se contribuye de paso a que las industrias no tengan que producir más químicos.

Está claro que entre mayor sea la calidad del aire, o sea, entre menos contaminado esté, menor serán las posibilidades de enfermar de las vías respiratorias.

Es de importancia capital reciclar, contribuir a mejorar el entorno, propiciar una mejor calidad de vida en nuestro hábitat, ya bastante desaliñado por cierto.

Se ha preguntado cuánto cuesta recoger y eliminar una tonelada de basura, de seguro se sorprenderá cuando lo sepa, es altísimo. 

En tal sentido vale preguntarse qué puede hacer cada uno, desde su posición, en favor de la tierra, en favor del medio ambiente, para las actuales y futuras gneraciones, dicho de otra forma, para beneficio de los hijos y nietos... sencillamente la destrucción del planeta, su contaminación, alcanza a ricos y pobres, no hace distinción, entonces toca a todos cuidar el planeta y el reciclaje resulta una herramienta de primer orden.

Al reciclar se previene el desuso de materiales u objetos potencialmente útiles, se evita el consumo de nuevas materias primas, se reduce el uso de energía, se contraresta la contaminación del aire y del agua, dos elementos primordiales para la vida.

Por no reciclar, las consecuencias pueden ser en extremo grave, ya lo son, para la supervivencia del ser humano, la contaminación, la tala de árboles, el agotamiento de los recursos naturales, atentan contra la vida.

 

Lo bueno es que en gran medida la solución está en manos del hombre, sin embargo no puede perderse de vista que la mejor manera de decir es hacer, y el reciclaje, el actuar de la manera más conveniente para preservar la vida es de esas cosas que no admiten espera. No lo piense más, a reciclar.

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