Faltan pocos días, horas para la celebración del aniversario 242 de la declaración de independencia de los Estados Unidos, un hecho histórico, trascendental, que tuvo lugar el 4 de Julio de 1776 durante el enfrentamiento de las llamadas 13 colonias y el ejército de Gran Bretaña.
Por supuesto que la historia la hacen, la escriben y protagonizan los hombres, y figuras como George Washington, Benjamín Franklin, Thomas Jefferson, John Adams, Alexander Hamilton, James Madison, todos ellos imprescindibles cuando se hable de la historia de los Estados Unidos, de su lucha por liberarse de la metrópoli inglesa, incluso algunos de ellos vinculados a la firma de la declaración de indepedencia.
En este país viven miles, millones de personas que llegaron procedentes de otras naciones, que vinieron en busca de nuevos horizontes, de una vida mejor para ellos y sus familias, huyendo de guerras, hechos violentos, diferencias ideológicas... por diferentes motivos, y vale apuntar que encontraron hogar, de una u otra forma salieron adelante, echaron raíces.
A lo largo de la historia de este gran país, los migrantes han desempeñado un rol importante, en diferentes ramas, el ejército, la cultura, el deporte, incluso la cocina. Cada uno de los recién llegados trajo en sus maletas raíces, costumbres y tradiciones, sentimientos.
Corren otros tiempos, hoy muchos de los migrantes no son bien mirados, incluso por sus propios connacionales que llegaron antes, pero este es sin dudas otro asunto, de relevante importancia, pero sin dudas otro tema.
Toca a los migrantes que llegaron hace muchos años, a quienes arribaron después, a quienes viven aquí desde hace pocos años o meses, corresponde adentrarse en la historia de los Estados Unidos, pues definitivamente residen en el que se considera la primera potencia mundial, y aunque así no fuera. Es preciso conocer, estudiar, saber qué pasó en este país hace muchos años.
Por qué fue preciso librar una batalla contra el colonizador ejército de Gran Bretaña, qué causas motivaron que las 13 colonias decidieran resolver lo de su liberación a través de las armas, quién o quiénes redactaron la declaración de independencia, quiénes la firmaron...
Cuando uno lee, conoce al menos lo elemental del país o la nación donde vive, no le sucede como aquel hombre que interrogado sobre los acontecimientos de julio de 1776, respondió: en qué hotel.
O el que le preguntaron por una figura prominente de la historia de los Estados Unidos y contestó que si se trataba de un jardinero central del equipo de los Yankees de Nueva York. Cuando uno sabe no hace el ridículo.
No es una obligación, no es algo ‘mandatorio’, sin embargo conocer al menos algo de la historia del país donde se vive es una manera de rendir homenaje a los héroes, a los padres y fundadores, a quienes enseñaron con sus acciones el camino de la independencia.
Nadie se llame a engaño, a pocos días de celebrar la independencia de los Estados Unidos, es justo recordar aquello de que honrar honra.
