Editorial: Cuando el mundo gira alrededor de un balón

Marcar un gol es como hacer el amor   -   Alfredo Di Stéfano

El futbol es un juego, un deporte que practican alrededor de 300 millones de personas, no por gusto se le considera el más popular. Este sábado 25 de mayo se celebra en todas partes el ‘Día Mundial del Futbol’.

Millones de niños -y sus padres- sueñan con llegar a ser futbolistas profesionales, a ser reconocidos por aficionados de grandes ciudades y de los lugares más intrincados.

Sin embargo los triunfos no llegan así como así, van acompañados de exigentes sesiones de entrenamiento, de practica incesante, de topes, de cohibirse de muchas cosas. El triunfo es de los que se sacrifican. Se requiere de entrega y ayuda con el objetivo de alcanzar el máximo potencial.

Lo más importante es que un niño juegue y se divierta, disfrute al máximo, aprenda poco a poco que el futbol es un deporte de equipo, crezca.

Se da por sentado que los infantes necesitan estar motivados, comprometidos con el deporte, el entrenador, la familia, los compañeros de equipo, sus amiguitos, la escuela, todo ello sin presionarlo, sin críticas destructivas. Ojo, sin motivación difícilmente haya interés.

El portugués Cristiano Ronaldo suscribió hace mucho: “Desde pequeño me criticaban, eso me hizo más fuerte”.

Hay personas que conocen o han escuchado hablar más de futbolistas famosos que de los mismos mandatarios de sus respectivos países. Claro, muchos consideran que los estadios de futbol son una especie de templo. Los jugadores considerados estrellas son -literalmente- ídolos de masas.

¿Quién no ha escuchado o leído sobre Pelé y Maradona, Di Stefano y Cruyf, Ronaldo y Zidane, Ronaldhino y Romario, Cristiano, Xavi, Iniesta, Rummenigge, Matthäus, Van Basten o Ibrahimovic, Neymar y Lewandoski, Figo y Raúl... la lista sería inmensa.

El argentino Lionel Messi, que en lo concerniente al futbol lo ha ganado todo, no sorprende cuando afirma: “Algo en lo más profundo de mi persona me permite agarrar el éxito y seguir adelante tratando de ganar de nuevo”.

No puede perderse de vista que tal afirmación corresponde a quien es considerado uno de los tres mejores jugadores de futbol de la historia. Se dice fácil.

En Las Vegas el futbol también es ‘fiebre’, el valle cuenta con equipos históricos, entrenadores de sobrada experiencia, motivadores, jugadores que -salvando la distancia- han hecho época, ligas de renombre, pequeñines que han llamado la atención.

Se han sucedido los torneos, algunos han llegado para quedarse, es admirable como LVMSL ha resistido el paso de los años, por ella han pasado los mejores jugadores, muchos ganaron premios, convencen dentro de la cancha, se ganan una y otra vez el aplauso del respetable. Es tal el arraigo que directivos, futbolistas, árbitros, seguidores cuentan los días para volver al escenario de juego. Eso, no lo dude, es amor.

A la familia del futbol, inmensa por demás, la felicitación de los dueños de este semanario, del equipo de trabajo. Los mejores deseos. Gol.

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