Las vacaciones escolares entran en su recta final, y no son pocos los niños y padres que consideran que las últimas semanas “se han ido volando”, pero sin dudas el tema de conversación a lo largo y ancho del estado -y más allá- es el calor, las altas temperaturas.
En el trabajo, las tiendas, las gasolineras, los restaurantes, hay una especie de hilo conductor en las conversaciones: qué sol, qué calor, cuánto está haciendo... y los tres dígitos que marcan la temperatura tal parece que ‘llegaron para quedarse’.
Ese intenso calor exige poner en práctica medidas de seguridad, de cuidados de la piel, y claro, una correcta hidratación. Los pequeños están a punto de volver a las aulas, entonces hay que insistirles en que no deben exponerse al sol. Los niños y las personas mayores clasifican como los grupos de más riesgos. Hay que procurar estar el mayor tiempo posible a la sombra.
Una piel afectada por el sol, deteriorada por exposición a las altas temperaturas, puede demorar años en recuperarse, y eso, si el problema no deriva en cáncer de la piel. Urge aprender de una vez por toda que el bronceado no es SALUDABLE.
Los especialistas aconsejan la aplicación del bloqueador solar prácticamente todo el año, mientras por otro lado insisten en la hidratación, en ingerir al menos dos litros de agua al día... son indicaciones que no pueden ponerse a un lado, menos en esta época del año y temperaturas por encima de los 100 grados.
Hay lesiones de la piel que afloran casi de inmediato, las ampollas, la insolación, el enrojecimiento, otras se pueden presentar con el paso del tiempo, a lo largo de los años.
Si quiere aprovechar los últimos días de vacaciones e irse a las montañas, sin dudas un bloqueador solar potente resulta una excelente compañía, aplíqueselo cada dos horas.
Dolores de cabeza, decaimiento, náuseas, piel enrojecida, pulso débil, entre otros síntomas, deben ser tenidos muy en cuenta, ante cualquiera de ellos protéjase, póngase a la sombra, tome agua, mójese la ropa, si persisten acuda al médico. Aunque es conveniente aclarar que para encarar un golpe de calor, por ejemplo, no hay tratamiento médico, entonces vale aplicar los consejos que aparecen arriba, además no salir de casa a menos que sea indispensable, y usar sombrero, en una palabra, protegerse.
Algo que muchas personas olvidan o no reparan en ello, son las afecciones de la vista en meses en que predominan las altas temperaturas, motivadas por lo reseco del ambiente, y el cloro, si es de los que prefiere ‘refrescar’ en las albercas.
Finalmente, y no porque sea menos importante, es conveniente también extremar los cuidados con las mascotas, se aconseja cambiarle el agua dos o tres veces al día de manera que se mantenga siempre fresca.
No se deben sacar a pasear las mascotas en el horario en que el sol castiga de manera significativa, es bueno tener en casa un lugar a la sombra para las mascotas, si es de mucho pelo se puede optar por recortárselo.
Por favor, no eche en saco roto estas indicaciones, con las altas temperaturas no se juega.