Miles de personas ingresaron al estadio Sam Boyd, en el aniversario de las movilizaciones femeninas en todo el mundo, al cabo de una semana de protestas globales en las que las protagonistas se comprometieron a continuar impulsando la igualdad, la justicia y el fin al acoso sexual.
“Esta es una fiesta de cumpleaños para un movimiento que apenas ha comenzado a ejercitar su fuerza para cambiar esta democracia”, dijo Anna Galland, directora ejecutiva del grupo progresista moveon.org ante una ruidosa multitud.
Después de las marchas multitudinarias en varias ciudades de Estados Unidos, un año después de la toma presidencial de Donald Trump, las manifestantes escenificaron movilizaciones en urbes de diversos continentes, incluidas Londres, París, Sydney, Madrid y Buenos Aires. Los acontecimientos culminaron con el acto en Las Vegas, en el que se anunció una próxima campaña para registrar a un millón de electoras y concentrarse en los estados donde ningún partido es favorito como Nevada con vistas a los comicios legislativos federales que se celebrarán más adelante este año, en los cuales podría modificarse el control en el Congreso.
La trabajadora del sector tecnológico Paula Beaty, de 53 años, asistió a la manifestación en Las Vegas con un atuendo que evocaba el movimiento a favor del sufragio femenino de principios del siglo XX. Beaty recordó la diferencia que representó la participación de las mujeres para que el demócrata Doug Jones superara al conservador republicano Roy Moore en la contienda electoral entre ambos en diciembre por una banca del Senado en Alabama.
“Para nosotras lo importante son los derechos de las mujeres y vemos que están siendo erosionados durante el gobierno de Trump”, declaró Beaty. “Las mujeres representaron una diferencia en Alabama y confiamos en que con el poder femenino podamos modificar la conformación de la Cámara de Representantes y el Senado”.
El movimiento también ha impulsado una campaña para que las mujeres no solo se registren como electoras, sino también como candidatas. La representante estatal demócrata de Idaho, Paulette Jordan, de la tribu Coeur D’Alene, fue ovacionada ruidosamente cuando dijo a la multitud que se postularía para ser no solo la primera mujer gobernadora de Idaho, sino la primera indígena estadounidense que lleve las riendas de un estado en el país. Jordan pidió a otras mujeres que la imiten y busquen la candidatura para un cargo de elección popular.
Las manifestaciones femeninas han transcurrido en un momento de fuertes dificultades para muchos hombres en Hollywood, la prensa y otros sectores después de que varias mujeres denunciaron casos de conducta sexual indebida y la desigualdad en general.
Las mujeres que participaron en las movilizaciones de este año dijeron sentirse unidas frente al alud de problemas políticos y de género del último año y por el movimiento #MeToo (#AmíTambién), al que se acredita la amplia difusión de casos de abuso y otros tipos de conducta sexual indebida. (Con información de Prensa Asociada).