Editorial: Cerrar filas ante la violencia en la escuela

El respeto es uno de los grandes tesoros de la vida

El 30 de este mes es reconocido como la jornada contra la violencia escolar, y en favor de la paz; se instauró así por la UNESCO para conmemorar de la manera más justa a Mahatma Gandhi, líder indiscutido de la paz y la vida pacífica entre los hombres.

En esta fecha se recuerda, por encima de todo, la necesidad de la educación para la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los Derechos Humanos, la no violencia y la paz.

El lema que preside esta jornada es: “amor universal, no violencia, y paz. El amor universal es mejor que el egoísmo, la no violencia es mejor que la violencia, y la paz es mejor que la guerra”.

El propio Gandhi señaló: “Lo que se obtiene con violencia, sólo se puede mantener con violencia”;  y es que frente a la violencia que atenta contra la integridad física, psíquica y moral del ser humano, el reconocido lider hindú optó por la no violencia, la lucha y resistencia activa por intermedio de la verdad, justicia, bondad y amor, en lugar del uso de la fuerza.

Este domingo 30, coincidiendo con el aniversario 74 de la muerte de Gandhi, se celebra el ‘Día Escolar de  la No Violencia y la Paz’, una hermosa iniciativa que se puso en marcha en 1964. 

El objetivo primordial del ‘Día Escolar de la No Violencia y la Paz’ es la educación en y para la tolerancia, la solidaridad, la concordia, el respeto a los Derechos Humanos, la no-violencia y la paz. En este día, los colegios y centros docentes deben convertirse en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, sexo, raza, cultura y religión.

Sin embargo es indispensable conocer que toca a los padres enseñar a los niños todo lo concerniente al respeto, es de manera indiscutible el primer paso para la convivencia y contra la violencia en las escuelas, aprender a respetar las diferencias. Los maestros enseñan  idiomas, matemática, ciencias, historia, geografía, incluso educación formal, pero los padres deben desempeñar un rol relevante. 

Respetar las diferencias, precisan estudiosos del tema, prepara a los infantes para ser más tolerantes, apreciar a los otros, aprender de ellos, y evitar de paso que adopten decisiones basadas en estereotipos, se torna indispensable que aprendan a vivir en sociedad.

¿Cuánto se ganaría como sociedad si cada pequeño interioriza mi meta es amar a todos, no odiar a nadie, sin tener en cuenta su raza, religión, tendencias, y las decisiones que adopten?

El respeto abarca todas las áreas de nuestras vidas, a uno mismo, a los padres, a los maestros, a los mayores, a todas las personas, sin reparar en su condición, a las leyes y quienes velan por su cumplimiento, el respeto a los bienes de la comunidad, la vida, la naturaleza, los animales. 

Gracias al respeto, el reconocimiento mutuo de derechos, se cultivan relaciones sanas, enriquecedoras, que sin dudas resultan la base de una convivencia amable, pacífica, y ello comienza en casa.

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