“Si tus acciones inspiran a los demás a soñar, aprender y hacer más; eres un líder”. John Quincy Adams
Este domingo 31 César Chávez cumpliría 97 años. Desde 1993 dejó este mundo, sin embargo su ejemplo resiste el paso de los años.
“Dar el ejemplo no es la principal manera de influir en los demás, es la única manera”, precisó el médico y filósofo Albert Schweitzer. Nada más cerca de la realidad. Entre los trabajadores agrícolas de California y más allá, Chávez fue una especie de leyenda, precisamente por su ejemplo.
“¡Sí se puede!” fue el lema que este indiscutible líder utilizó para defender a los trabajadores del campo.
Chávez fue un arraigado sindicalista estadounidense de origen mexicano, nació el 31 de marzo de 1927 en Yuma, Arizona. Creció en una familia de trabajadores agrícolas que se mudaron a California.
Su hijo Paul Chávez ha reiterado: “Papá vino de una familia muy humilde en Arizona. La familia tenía su rancho, muy pequeño, y lo perdió por no poder pagar los impuestos, entonces vinieron a California”.
Chávez es conocido por su lucha por los derechos civiles y laborales de los trabajadores agrícolas. Durante varias décadas luchó por un trato humano y condiciones de trabajo más seguras para los campesinos en Estados Unidos... él mismo trabajó en los campos y fue testigo presencial de los problemas de más peso que enfrentaban los trabajadores.
Allá por 1962, junto a la activista Dolores Huerta, C#ésar Chávez fundó el sindicato de trabajadores agrícolas ‘United Farm Workers’ (conocido por las siglas UFW) con el objetivo primordial de defender los derechos de los campesinos. Este sindicato fue el primero de su tipo en el país.
Seis años más tarde (1968) se declaró en huelga de hambre, huelga que duró más de dos semanas y que concluyó en una reunión con el senador Robert F. Kennedy, quien se había horrorizado por las condiciones laborales en que los campesinos realizaban su trabajo y se comprometió a apoyar a Chávez y su causa. Los esfuerzos de los grupos laborales resultaron victoriosos.
Entre las demandas y reclamos de Chávez y el UFW figuraban mejores condiciones laborales, además de prohibir el uso de pesticidas en los sembradíos de uvas y el hecho mismo de que los trabajadores devengaran un salario digno, que les permitiera mantener a sus respectivas familias.
Varios años después se cumplieron sus demandas por mejores condiciones laborales y económicas. Fue sin dudas un gran triunfo, premio a la perseverancia y el valor.
Muchos consideran que no se habla -y escribe- tanto de César Chávez, tal vez no a la altura que merece, sin embargo, es indiscutible que pese al tiempo transcurrido su legado sigue vivo, con una vigencia abrumadora, millones siguen su táctica... los más débiles, quienes se levantan desde la pobreza, pueden derrotar a los poderosos, gracias a la firmeza y a no desmayar.
Chávez murió a los 66 años, de causas naturales, el 23 de abril de 1993 en Arizona.
