Editorial: Bienvenido el que llega... 2023

Termina el año, vale agradecer por noches que se hicieron días y amigos que se convirtieron en familia.

¡Qué rápido pasa el tiempo! El 2022 llega a su fin, da paso al momento -es una especie de tradición- de hacer promesas (que por lo general no pasan de ahí), sin embargo muchos insisten, platican de dejar el cigarrillo, bajar unos kilos de peso, aprender inglés, viajar para reunirse con la familia que está más lejos...

Pero antes de hacer promesas, hacer votos por esto o aquello, es menester agradecer, sin dudas hay mucho por lo que dar gracias en el año que finaliza, por un día más de vida, la familia, la salud, los amigos, el trabajo, el ver los hijos crecer, salir adelante. Significa mucho ver que termina otro año y los hijos siguen siendo eso: personas de bien.

Mire a su alrededor, a las personas que quiere, estima, esas que significan algo para usted, están ahí (sin reparar en la distancia geográfica), y eso también es preciso agradecerlo. Considere que le acompañan sus padres o todos los días puede saber de ellos, su esposa (o), los hijos, tienen salud, tiene buenos amigos, disfruta su trabajo. Valore en su justa medida lo que dijo el poeta: “no todo está perdido, yo vengo a entregar mi corazón”

También, por supuesto, es hora de ‘mirarse por dentro’, de ver lo realizado y lo que aún sigue pendiente, de proponerse metas objetivas por las que se pueda luchar. ¡Hay tanto de satisfacción en materializar (o al menos tratar) de cumplir los sueños!

Quedan detrás 12 meses, muchas personas ganaron, el año les reportó dividendos, los resultados que esperaban, vieron cumplidas sus expectativas, a otras no les fue tan bien, sin embargo lo más relevante es aprender las lecciones, mirar el futuro con optimismo.

Le quedan horas al 2022, es válido hacer un recuento, pasar lista a las experiencias vividas, las metas conquistadas, y lo que está ahí, a medio camino. 

Tal vez lo que sigue pendiente lleve a muchos a mirar el nuevo año de manera distinta, a encarar los obstáculos y adversidades con un ‘tono’ diferente, pero siempre con optimismo, confianza en el éxito.

No se puede perder la esperanza, si en el año 2022 no se pudieron alcanzar algunas metas, de seguro aparecerán nuevas oportunidades, una puerta se cierra y otras se abren, tal como reza un viejo refrán. Siempre está latente la posibilidad de convertir los sueños en realidad, de luchar por ellos.

Si bien es cierto que cada año es diferente, la sugerencia es tomar lo bueno, lo mejor del año que concluye, dejar espacio a lo sensacional presto a llegar, es imprescindible dejar atrás, a la zaga, lo decepcionante, eso que estuvo por debajo de las expectativas, no repare más en ello si no es para sacar una lección que le permita salir adelante, conseguir lo que espera y por lo que lucha.

Muchas felicidades para usted y los suyos amigo lector, para los lectores, los vendedores, la comunidad. Que el año a punto de comenzar sea testigo de nuevos éxitos. Disfrútelo con salud.

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