Editorial: Alzheimer... pacientes cuidables

El pasado miércoles 21 resultó la jornada internacional de lucha contra el alzheimer. Ojo, se trata de una enfermedad que afecta la memoria NO LOS SENTIMIENTOS.

El alzheimer es una enfermedad progresiva que afecta la memoria y otras importantes funciones mentales. Las conexiones de las células cerebrales y las propias células sufren un proceso degenerativo y mueren, lo que va poniendo fin a la memoria.

Las personas aquejadas por el alzheimer, ha explicado más de una vez la especialista Irma Gutiérrez, piden una mano que estreche la suya, un corazón que le cuide, y una mente que piense por ella cuando no pueda hacerlo, de ahí lo relevante del ‘cuidador’.

Sin dudas es preciosa la frase: “mi faro, mi luz, mi cuidador’

El afamado escritor colombiano-mexicano Gabriel García Márquez, ganador del Premio Nobel de Literatura, destacó: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.

Un vistazo a las estadísticas sobre esta enfermedad  permite señalar que a alrededor de tres millones de personas se les diagnostica la enfermedad cada año en Estados Unidos. El síntoma principal es la pérdida de la memoria y la confusión.

Aunque los expertos aseguran que no hay cura para el alzheimer, los medicamentos de alguna manera ayudan a retrasar un tanto los síntomas, sin embargo es válido consignar que el trato afectuoso, la atención correcta, más aún cuando vas perdiendo independencia y facultades mentales, sin dudas inciden en las respuestas positivas del paciente, lo ayudan.

Los estudios resaltan que las personas poco a poco van perdiendo la memoria, olvidando cada vez más, lo último que olvidan son los sentimientos, aunque no reconozcan a familiares y allegados, los rostros le son familiares.

La pérdida de la memoria en los llamados ‘adultos mayores’ es uno de los aspectos que más preocupa, porque o ya la padecen o comienzan a notar ‘lagunas’. ¿Dónde están las llaves? ¿Dónde están los lentes? ¿Dónde dejé el teléfono? Son interrogantes (junto a muchas otras) que pueden salir a relucir o ser frecuentes. Con el envejecimiento algunas funciones llamadas cognitivas pueden volverse más lentas. 

Son precisamente los sentimientos desarrollados durante la vida, los que permiten a los pacientes -aunque no reconozcan- sentir confianza y tranquilidad junto a los cuidadores. ¡Es relevante el amor y el buen trato! Ser flexibles, comprensivos

La propia Gutiérrez advierte que el amor, la paciencia y la tolerancia son componentes de importancia capital, y de los que debe hacer gala cada cuidador, que dicho sea de paso necesita, requiere descanso para recuperar las fuerzas.

El envejecimiento es una etapa de la vida -como la infancia, la adolescencia, la juventud, la edad adulta-, y es normal que tengan lugar algunos cambios en el organismo, comience paulatinamente un deterioro. 

De lo anterior se ‘desprende’ que es un proceso normal. Es aconsejable llenar crucigramas, leer, jugar ajedrez, practicar actividades que pongan a funcionar el cerebro, detengan la enfermedad.

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