Editorial: Adviento, tiempo de esperanza y Posadas

En nuestro tiempo, con la pesada incertidumbre de una crisis mundial no resuelta del todo en sus verdaderas y profundas raíces, comentó Luis Esquena Romaguera, puede parecer una osadía hablar de la esperanza.

Sin embargo, los cristianos lo hacemos sin tapujos y con convencimiento.

El domingo 11 de diciembre se celebró el tercer domingo de Adviento, el Día del Señor, la monición destacó que Dios quiso poner su tienda entre nosotros, para enseñarnos el camino del bien. Dicho camino se logra a partir de la humildad y la sencillez, cualidades que nos permitirán disfrutar de Las Posadas con mayor alegría.

El domingo, día 27 de noviembre, en la Iglesia comenzaba un nuevo año litúrgico, que  arrancaba, como siempre, con el Adviento, tiempo de Esperanza con mayúsculas, en el que, como nos ha recordado el Papa Francisco, estamos llamados a ampliar el horizonte de nuestro corazón, a dejarnos sorprender por la vida que se presenta cada día con sus novedades. Para ello es necesario aprender a no depender de nuestras seguridades y esquemas afianzados. Es más, el Papa nos ha invitado a que, desde esa perspectiva, vivamos este tiempo de manera sobria, no dominados por las cosas de este mundo al tiempo que nos preparamos y esperamos la Navidad. 

Precisamente, este viernes 16 iniciaron las tradicionales Posadas Navideñas, celebración que refleja con sencillez parte del folclor y alegría que caracterizan al pueblo mexicano.

Las Posadas forman parte integral en la formación espiritual de mucha gente, este año la Federación Duranguense llevará el tema al terreno actoral, con la puesta en escena de una obra teatral coordinada por el grupo Cultural Macondo, de Javier Becerra. En años pasados, Érika Borges apoyó con los recursos a su alcance la escenificación de La Otra Posada en el Centro Cultural Winchester, la que fue coordinada por Vicente Díaz y el grupo INarte.

Así, nuestros lectores tendrán la oportunidad de aplaudir una de las tradiciones navideñas más representativas.

Es menester recordar que el teatro es muy importante en nuestra formación cultural, en Las Posadas permite representar a todos los pueblos y, en el caso de INarte y Macondo, nos llevan a vivir lo cotidiano, con una dosis de humor que casi siempre agrada a la gente que acude a ver las obras.

La Posada permite, en español, conocer las tradiciones navideñas de diversas regiones de México, con una puesta agradable, apropiada para estas fechas. Es casi seguro que tocará las fibras sentimentales y la nostalgia de algunos de los asistentes, sin embargo por encima de todo, es una manera de recrear las fiestas decembrinas, las maneras de celebrar en diferentes lugares y claro, la alegría del pueblo latino.

Perpetuemos, con Las Posadas, una de las costumbres navideñas más importantes de México.

 

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