Editorial: Acabar con la ignorancia... una buena opción

El desconocimiento es la madre de la maldad y de todos los demás vicios

                      Galileo Galilei

Con sobrada razón alguien precisó que para dejar atrás la pobreza, lo primero era vencer la ignorancia, y es que ésta es para un número significativo de persona la causa principal de muchos problemas.

Pero... ¿se puede combatir, enfrentar con éxito la ignorancia? La respuesta, contundente por demás, es sí. 

Sin equívocos, la ignorancia es tan fuerte, poderosa, que todos los seres humanos nacen exactamente IGNORANTES. Toca con el paso de días, semanas y años, a los padres, a los maestros, a ese mismo ser humano, leer, aprender, desterrar a la ignorancia, y ese es el primer paso para poner a un lado la pobreza.

Por mucho tiempo se esgrimió el argumento de que “la principal causa de la pobreza era la falta de información”, hoy con los avances tecnológicos la mencionada frase quedó hecha añicos... un niño, un adolescente -gracias a la tecnología-, tiene en cuestión de minutos gran parte de la información que desea, de cualquier parte del mundo.

Lamentablemente (a pesar de la avanzada tecnología), hay miles, millones, de personas ignorantes. Recuerdan aquella antológica frase de José Martí ‘Ser cultos para ser libres’, muy bien se puede traspolar: vencer la ignorancia es el primer paso para dejar atrás la pobreza.   

Se da por descontado que la tecnología es una herramienta colosal, empleada de manera correcta sirve para aprender idiomas, ciencia, historia, matemática, geografía, biología, salud... se trata de saber aprovecharla.

El fracaso de la educación (la ignorancia), no es precisamente que cada vez haya una sociedad más violenta, insensible, que desconoce -quizás de manera intencional- la solidaridad, el problema mayor está en que nacen miles, millones de niños predestinados a sufrir el analfabetismo cultural y humano, insensible a los beneficios del conocimiento.

¿Para qué leer o aprender de esto o aquello, escuchar a los padres, si la tecnología es ‘la nueva ciencia divina’? Entonces vale desterrar los libros.

Es exactamente aquí donde sale a relucir aquella famosa frase del reconocido Albert Einstein: “La ciencia puede salvar vidas, pero sencillamente no enseña a vivirla, eso queda para las letras”.

Las bibliotecas, ese lugar tan íntimo y deslumbrante -por demás público- tienen  (mantienen) sus puertas abiertas, llaman a gritos a  todos los que quieren aprender de esto y aquello, a los que quieren viajar y conocer, vivir otras vidas, pero, duele reconocerlo... miles, millones de personas desterraron hace mucho a los libros, es más, borraron esa palabra de su vocabulario. ¿Quizás sea esta una de las causas por las que viven en la más completa ignorancia, en la pobreza?

Nadie debe preocuparse porque los adolescentes, los jóvenes, los adultos, pasan muchas horas leyendo en sus teléfonos, lo preocupante es saber qué leen, algo constructivo o sencillamente basura.

Condenarse a vivir en la ignorancia es exactamente como cometer un suicidio, no hay dudas de eso.

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