Editorial 11-08-14: Abstencionismo hispano... Ahora hay que...

El abstencionismo del votante hispano en la pasada elección impulsó una aplastante victoria de los candidatos del partido republicano que traerá posibles consecuencias para la ley de salud y para  la comunidad inmigrante. Otra vez “El gigante” se quedó dormido.

Cierto que hay frustración porque no ha habido reforma migratoria ni un alivio para la comunidad indocumentada. Ese enojo se mostró con no salir a votar. De algún modo se entiende pero ahora que la elección ha pasado, una vez que se reflexione sobre las consecuencias, posiblemente habrá arrepentimiento. Eso sucederá si los republicanos ganadores llevan a cabo políticas y acciones contra la comunidad, por ejemplo en salud y migración.

El presidente Barack Obama siempre ha dicho que defenderá la Ley de Salud, y acaba de declarar que mantiene su compromiso de actuar en migración. Por cierto que eso le costó advertencias de los líderes republicanos. John Boehner le advirtió que no se arriesgue a jugar con fuego, porque se va a quemar si hace algo para ayudar a los indocumentados. 

En su discurso al día siguiente que los republicanos ganaron la elección el 4 de noviembre, el presidente Obama afirmó: Ambos partidos tenemos la responsabilidad de trabajar y resolver los asuntos de la nación. Yo tengo la obligación de hacer que el país funcione. La elección terminó, he escuchado el mensaje que da el pueblo que votó. También quiero decir que entiendo a los dos tercios de la gente que escogió esta vez no votar.

El presidente -y ojalá también el pueblo- se da cuenta que en estas elecciones hubo mucho abstencionismo (casi el 60% en el sur de Nevada). Muchísima gente no quiso salir a votar por enojo, por desinterés o por lo que sea. 

Dos terceras partes en el país no votaron y dejaron ganar a los republicanos. Eso le va a hacer muy difícil el trabajo al presidente, a quien de por si no lo quieren y le hacen la vida de cuadritos cada vez que pueden.

Pero eso puede cambiar en el 2016 cuando habrá elecciones presidenciales. Ahí es donde el electorado hispano puede enmendar su actitud de este 2014. Para entonces puede tomar una posición más madura y volcarse a votar en masa. Eso es lo que la comunidad hispana necesita para darse a respetar y avanzar en su agenda.

Parece lejano el 2016 pero no es así. Los dos partidos están preparando sus estrategias y buscando sus candidatos. Eso mismo deben hacer los electores hispanos con sus líderes por delante: prepararse para entender el sistema electoral, aprender a tomar decisiones con la cabeza antes que con el hígado.

Esa es la lección que el votante y la comunidad hispana necesitan tener. Aún en la adversidad ver el vaso medio lleno: aprender a participar en los asuntos públicos de su ciudad, del estado y del país. Pero ojo: para eso se necesita primero tener un mínimo de interés, luego informarse, mantener una actitud participativa y aprender a ver al futuro, más allá de la nariz.

 

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