Editorial 10-19-13: El salvador de las barras y las estrellas

Los mexicanos de allá (de México) tienen sentimientos encontrados acerca de los Estados Unidos. Hay unos que quisieran ver a México como una colonia o un “estado asociado” de EU, mientras otros lo culpan de que México siga sumido en el subdesarrollo y por tanto lo odian. Pero el martes 15 cuando la selección tricolor de fútbol perdió con Costa Rica, Estados Unidos fue el salvador.

El miércoles 16 hasta periódicos mexicanos publicaron en sus portadas el agradecimiento porque al ganarle Estados Unidos a Panamá automáticamente permitieron que México se enfile a jugarse su repesca que le permita participar en la Copa Mundial de Fútbol Brasil 2014.

En esos mismos días aquí en los Estados Unidos la lucha por el presupuesto y la deuda estaba llevando a la nación al borde de otra crisis económica que habría puesto a todos y a todo en problemas, incluidos el empleo y la reforma migratoria, algo que afecta directamente a todos pero particularmente a los mexicanos.

Así como la selección estadounidense en minutos extras metió el gol y triunfó sobre Panamá, aquí en Washington la Cámara de senadores puso el salvavidas del presupuesto temporal al gobierno. Todos felices y contentos por ahora.

México todavía deberá jugar para ganar su ida al mundial, mientras que el congreso estadounidense deberá poner en orden sus gastos y sus ingresos. 

Todo esto viene al caso porque hay mexicanos (allá y aquí) que no les gusta Estados Unidos o el sistema de este país. Sin embargo México y los Estados Unidos son vecinos; socios comerciales; socios en política exterior y defensa regional, y comparten una enorme gama de ventajas pero también problemas. 

Por lo que toca a los mexicanos de allá, algunos que a veces blasfeman contra USA sobre todo en eventos deportivos, esta vez tienen que ver a este país con otros ojos y cambiar la actitud a una de madurez. 

Posiblemente los jugadores de la selección estadounidense de fútbol no olviden las ofensas recibidas en México hace unos años. Fue cuando para ganar su clasificación al mundial de Sudáfrica jugaron contra México en el estadio Azteca; fueron recibidos con abucheos y groserías. Pero hay una sobresaliente en la que a coro en el Azteca, algunos mexicanos fanáticos gritaron hirientes “Viva Ozama bin Laden”, en alusión a los ataques terroristas de Nueva York. 

Eso sobrepasó el ánimo partidista deportivo y llegó a la imbecilidad, a la ignorancia y la maldad sin razón. Eso no se hace y menos entre vecinos. A esos mexicanos que gritaron así habría que decirles que muchos, pero muchos mexicanos de aquí son los que sostienen en parte la economía de México con las remesas que, llueva o truene, generosamente mandan a sus familiares.

Para este 2013 Estados Unidos acaba de darle una oportunidad a México de ir al mundial de Brasil, lo cual la fanaticada mexicana entendió y agradeció. Así se hace. Ahora una vez más -aunque no solo los mexicanos- 11 millones de indocumentados esperan que Washington aparte de salvar la economía también salve la Reforma Migratoria. Sin querer o queriendo EU es el salvador de muchas situaciones.

 

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