Algunas de las salsas picantes que consumimos tienen pequeñas cantidades de residuos de plomo, descubrió un estudio de la Universidad de Nevada Las Vegas (UNLV). Ya se nos olvidó el arsénico en el arroz, ahora durante algún tiempo se hablará de “las salsas con plomo”.
¡Qué pena! Son productos de México y otros países latinoamericanos. Habrá que dejar de consumir los que se indican con el problema. Por suerte de las 25 marcas estudiadas solo cuatro resultaron con niveles excesivos -aunque en muy pequeñas cantidades-. Lea más información en páginas adelante.
La noticia hay que difundirla porque no se vale comprar productos que a la larga causarán problemas serios de salud. “Pero si las salsas no son alimento”, dirán los que no les gusta. Pues no directamente porque, aunque el picante es un condimento, de todos modos tiene propiedades alimenticias. Y la otra razón es que muchísima gente las consume, entonces debemos decir: qué bien por la investigación de los científicos de la UNLV que encontraron los residuos de plomo en esas salsas.
En años pasados la misma UNLV encontró plomo en dulces procedentes de México. Eso ayudó a que los proveedores y los distribuidores ya no pusieran esos dulces en las manos de los consumidores. Bueno, eso pensamos, que desde entonces ya no llegan a aquí los dulces con plomo. ¿Será cierto?
La universidad ya hizo su parte, ahora los medios de comunicación hacen lo suyo y esperemos que los productores y los distribuidores tomen responsabilidad para corregir; que no produzcan salsas -ni ningún otro alimento- con plomo u otro metal pesado. Le tocará a las autoridades regular y vigilar que esa historia llegue a final feliz.
Por otro lado el año pasado la agencia no lucrativa Consumer Reports divulgó los resultados de su investigación en los que encontró arsénico en 60 tipos de arroz y productos de arroz. El arsénico es un elemento carcinógeno y excedió los niveles tolerables en alimentos.
Según el informe de Consumer Reports, liberado el 19 de septiembre del 2012, hizo estudios de laboratorio con más de 200 muestras de diversos tipo de arroz y productos elaborados con arroz, encontrando que exceden los niveles de arsénico. Los niveles varían, dice y son preocupantes, y requiere la acción del gobierno. Hay límites de arsénico en el agua de consumo humano, pero no para los alimentos. Con esta investigación queremos informar no alarmar, aclaró Consumer Reports.
Los medios de comunicación, sobre todo en inglés se hicieron eco de esta información sobre el arsénico en el arroz, durante un tiempo se comentó. Sería útil y sano para todos saber en qué resultados quedó esa investigación de Consumer Reports. ¿Se habrá corregido o seguiremos consumiendo arroz con arsénico?
A final de cuentas sean salsas, arroz o cualquier otro producto no deben darse al público si están contaminados con metales pesados o cualquier otro veneno. Los consumidores tenemos derecho a recibir productos limpios, tal como los anuncian y tal como debe ser. Infórmese y buen provecho.