Editorial 07-12-14: Temporada de calor y lluvias

Cada año de julio a septiembre se vive la temporada de calor intenso pero también de lluvias inesperadas. ¿Qué combinación verdad? Así es y a pesar de que los gobiernos reiteran las precauciones para evitar daños, hay gente que llega a sufrir incidentes.

Estas son las condiciones del clima que nos toca a los que vivimos en el desierto. Para los que no lo saben o se les olvida, nuestro valle se ubica en el desierto Mojave, al suroeste de la nación, una región por cierto más segura y hasta “amable” si se compara con otras donde las temporadas les llevan huracanes devastadores, lluvias torrenciales de muchos días; nevadas que a veces sepultan los autos y dejan sin servicios a las ciudades, y otras calamidades naturales que han dejado pueblos devastados. 

Los habitantes del valle de Las Vegas sufrimos por el calor tan intenso que cualquier cosa se derrite al aire libre. Y cuando llegan las tormentas inesperadas, esas cuando uno dice “se está descosiendo el cielo”, las calles se inundan; hay accidentes viales y goteras en algunas casas y comercios.

Eso tiene la temporada monzónica, cuando los vientos del sur soplan hacia el norte cargados con tanta humedad que provocan las lluvias inesperadas. Eso en un valle como Las Vegas causa diversos problemas. Como casi nunca llueve por eso no hay sistema de drenaje efectivo, apenas se sigue construyendo, y entonces continúan diversos problemas. 

Como no  hay drenaje pluvial (tuberías subterráneas para conducir el agua de lluvia) en todo el valle, la lluvia intensa acumula tal cantidad de agua en solo unos minutos y forma arroyos con corrientes que arrastran todo a su paso. 

Estamos en la temporada cuando llueve y es muy probable que le tocará a usted ver algún casino con goteras; algún supermercado o establecimiento comercial con cubetas para las goteras porque los techos no son resistentes o no fueron bien edificados para aguantar las precipitaciones monzónicas.

Por eso las autoridades del Distrito Regional de Control de Inundaciones cada año pone en marcha su campaña de prevención. Le pide a la gente que se prevenga, que no intente cruzar donde hay corrientes. Que busque refugio ante las tormentas inesperadas; que no permita a los niños jugar en las corrientes; que ayude a mantener libres las alcantarillas de las calles, por cierto un problema muy notorio en los barrios latinos.

Este comentario va en el sentido de llamar la atención de los lectores para aprender a conocer el medio ambiente en el que vivimos. Las temporadas climatológicas están bien marcadas, entonces hay que aprender a vivirlas y pasarlas lo mejor posible, con seguridad. 

No basta con tener aire acondicionado (para frío o para calor), también hay que escuchar las advertencias y consejos de las autoridades. En esta edición usted puede leer recomendaciones para cuidarse del calor intenso, y también para prevenirse ante las lluvias inesperadas. Solo es cuestión de informarse, tomar nota y hacer todo para estar seguros, cada quien y la familia.

 

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