Las personas mayores pueden enseñar a los más jóvenes muchas cosas, pero los mayores conocimientos van a venir de su dilatada experiencia.
¿Qué es la vejez? La respuesta de una forma u otra tiene que ver con todos. Quién no tiene un padre anciano, una abuela, una tía, un vecino.
La vejez es una etapa de la vida, como lo es la niñez, la adolescencia, y contrario a lo que piensan algunos, no está vinculada a enfermedades, depresión, solo que el paso de los años puede dejar huellas. No falta incluso quien califica la vejez como un estado de ánimo, y otros aseguran que joven es quien lo quiera ser.
En algunas culturas las personas de la tercera edad son veneradas por su experiencia y sabiduría, se les respeta y considera; los jóvenes acuden a ellas en busca de consejos sobre todo para enfrentar de la mejor manera los efectos que pudiera dejar el alma... naque. ¿Quién no desea saber la clave o fórmula de la felicidad?
Lamentablemente abundan quienes ponen a los ancianos a un lado, los tildan de inútiles porque no aportan en el aspecto productivo, e incluso hay hijos “amorosos” que quieren a sus padres cerca... para que cuiden a los nietos o saquen al perro a hacer sus necesidades. Esos, por favor, no deben olvidar la letra de aquella canción: el que anda llega.
En los últimos tiempos las personas llamadas de la tercera edad o mejor aun edad dorada, convocan más la atención, en algunos países funciona el denominado ‘Círculo de abuelos’, se planifican excursiones encaminadas a que el adulto mayor disfrute su vejez, y en otros, como en esta ciudad, hay organizaciones que valoran en gran medida la experiencia de los jubilados, los invitan para que trasmitan sus conocimientos, y ellos los hacen gustosos, de manera gratuita, ¡se sienten útiles! Eso, cuando se peinan canas, o no se peina nada, es un premio mayor.
Al esfuerzo por elevar el promedio de vida, por disfrutar una vejez sana, con alimentación sana, entretenimiento, ejercicios moderados, múltiples eventos sociales, debe corresponder el respeto y cariño de todos, el buen trato, la cortesía, sin dudas los ancianos se han ganado ese trato con el paso de los años.
La atención y respeto a los mayores es algo que debe caracterizar a los hispanos, desde los más pequeños hasta la más encumbrada figura política o profesional. Respetar, tratar con cortesía a todos, pero más aun a los ‘seniors’ es sinónimo de educación, de buenos modales.
Por otro lado, vale preguntar, es usted de los que se prepara para enfrentar de la mejor manera la tercera edad, de los que no permitirá que lo arrinconen ni sus familiares ni nadie... si es así, felicitaciones.
Cuando encuentre a una persona mayor en la calle, un parque, un negocio, el estacionamiento, muestre respeto, salude, pregúntele por su salud, o al menos cédale el paso o ayúdele con los mandados, sin dejar de pensar que esa persona mañana puede ser usted, y aunque así no fuera.
El poeta cubano José Martí lo resumió así: Si hay algo que ennoblece a la juventud, es el miramiento y el respeto a los ancianos.