El procurador de Justicia de Nevada acaba de interponer una demanda contra el presidente Barack Obama y su plan de dar alivio migratorio a una parte de los millones de indocumentados de la nación. Hace unos años el entonces gobernador de Nevada, Jim Gibbons, lo demandó para frenar la Ley de la Salud; en ambos casos son republicanos opuestos al presidente en asuntos postergados por muchos años.
Como se informa en esta edición, el procurador de Justicia del estado, el republicano Adam Laxalt, en días pasados anunció que interpuso una demanda contra la administración Obama y con ello se sumó a 25 estados más de la Unión Americana que, encabezados por Texas, intentan que las cortes impidan al presidente poner en marcha una “Acción Ejecutiva”. Esta acción temporalmente detiene las deportaciones de indocumentados con hijos ciudadanos o residentes, y se les da permisos de trabajo.
Como se sabe es una acción desesperada del gobierno ante la inmovilidad de la Cámara de Representantes -por cierto dominada por republicanos- a discutir y pasar una reforma migratoria.
Como opinan observadores neutrales, la demanda luce como un juego político. La necesidad de resolver el tema migratorio lleva muchos años. En junio del 2013 la Cámara de Senadores aprobó con voto bipartidista una propuesta de Ley de Reforma Migratoria, la misma que durante un año y medio los republicanos de la cámara baja se negaron siquiera a discutir; simplemente usaron la retórica para no avanzar el debate. El resultado fue que no se hizo nada y entonces el presidente mandó a operar el programa DACA que alivia temporalmente la situación de indocumentados llegados al país cuando niños y que cumplen ciertas condiciones.
La bancada republicana y los sectores antiinmigrantes pusieron el grito en el cielo, se opusieron y la cámara de representantes todavía sigue aprobando propuestas de ley para desaparecer el DACA.
Algo similar han hecho con la Ley del Cuidado Accesible de la Salud conocida también como Obamacare. A pesar de que existe una tremenda necesidad de mejorar el acceso a los cuidados de salud, la oposición republicana ha sido casi enfermiza.
Hay quienes sugieren que más que los temas pareciera que la obsesión republicana es ponerle piedras en el camino al presidente.
El procurador nevadense dice que la demanda es porque debe defender las leyes, y que el presidente se extralimita en sus atribuciones.
Parece que el procurador solo ve la ley de manera fría, lineal; no considera el marco legal en el que se sustenta el mismo presidente (al que avalan unos 100 abogados de migración) y no considera las circunstancias históricas -similares a las que obligaron a actuar a otros presidentes incluso republicanos. Y como el gobernador Brian Sandoval parece estar de acuerdo o por lo menos muestra inmovilidad, entonces la demanda luce como un juego partidista. Al fin que por ahora no se necesitan los votos de las minorías, y pareciera que no hay otros asuntos que demanden los recursos, el tiempo y la atención del estado.
