Cada paso que des debe ser una oración. Y si cada paso que das es una oración, entonces vas a caminar de una manera sagrada.
La anterior frase corresponde al Hombre Santo Sioux Oglala, y viene a colación por la proximidad del declarado, desde hace varios años, como el ‘Día Internacional de los Pueblos Indígenas’.
Dicha Declaración data de 1982, en ocasión del primer evento o actividad relacionada con las múltiples poblaciones de pueblos originarios, además de evitar las discriminaciones, proteger a las minorías.
Los experto aseguran, al referirse a los pueblos indígenas, que existen más de cinco mil grupos distintos, en cerca de un centenar de países, en los que residen alrededor de 370 millones de personas, sin embargo -lamentablemente-esas poblaciones clasifican entre las menos favorecidas, o sea, son de las más vulnerables.
Está claro que esto de las poblaciones indígenas tiene importancia relevante, de primer orden, pues en ellas se practican culturas, formas singulares e incuestionablemente únicas de relacionarse con lo que las rodea, que las distingue de la sociedad ‘más civilizada’ o por llamarlo de otra forma globalizada.
No resulta exagerado precisar que los considerados derechos de los pueblos indígenas han sido pisoteados por años, violados una y otra vez de manera inmisericorde... la Declaración de 1982 va dirigida precisamente a proteger esos derechos, hacer todo lo posible por preservar su cultura, la forma de vida que ellos han ‘cultivado’ a lo largo de sus vidas.
El año pasado (2019) fue declarado, con absoluta justeza, como el ‘Año Internacional de las Lenguas Indígenas’, -en un intento digno de aplausos- por mantener viva, promover la sustancial riqueza lingüística de esos pueblos, que dicho sea de paso se trata de una cultura irrepetible, que aporta de manera conssiderable, pero (siempre hay un pero), duele apuntar que algunas de esas lenguas corren peligro de extinción.
Es loable el propósito de insistir sobre la necesidad de ganar conciencia, proteger, preservar, promover las culturas indígenas, su lengua, éste último como algo indispensable para la comunicación entre las mencionadas poblaciones.
Resulta indispensable ver el ‘vaso medio lleno’ en todo lo concerniente a cuidar, preservar, defender las culturas que distinguen a los indígenas; con tal aspiración desde hace más de 15 años temas vinculados a esos pueblos.
“La causa de los pueblos indígenas es nuestra casua’, por ejemplo, fue el tema prominente en el 2005, dos años más tarde resultó: “La urgente necesidad de preservar las lenguas indígenas”, ‘Celebrar la producción cinematográfica de los pueblos indígenas’ en el 2010...
Por otro lado se aprobó una agenda -para ejecutar después del 2015- dirigida a garantizar la salud y el bienestar de los pueblos indígenas, hacer valer el derecho a la educación, a la migración, quiere decir que se trabaja, como justa compensación tras siglos de abusos, violaciones, pero queda mucho por hacer. Es hoy, no mañana.