Si no estás dispuesto a aprender nadie te puede ayudar. Si estás dispuesto a aprender nadie te puede parar
La feria de opciones escolares, efectuada el pasado 19, fue sin dudas un evento relevante, de importancia capital, de esos que la comunidad no puede perderse, pues está en juego el futuro de la familia, de la ciudad, del estado, del país. De eso se trata cuando se habla de educación.
No puede olvidarse -ni por un minuto- que lo mejor que un padre puede dar a su hijo es una buena educación. Y el del 19 resultó exactamente eso, un evento destinado a informar, dar a conocer qué puertas tocar y cómo hacerlo para que niños, adolescentes y jóvenes puedan salir adelante sobre una base sólida, esa que sólo concede la educación.
No todos los días más de una veintena de instituciones escolares se juntan para informar, esclarecer, abrir las puertas, ofrecer opciones, y mostrar a los padres cuántos caminos se abren para los menores y quienes tienen deseos de ‘tocar el cielo con las manos’.
Por supuesto que si no estás dispuesto a aprender nadie te puede ayudar, sin embargo si estás dispuesto a aprender nadie te puede parar... si estudias entonces lo tuyo es “hasta el infinito y más allá”.
Quizás su hijo (a) siempre soñó con ser abogado, o médico, enfermera, profesiones muy bien remuneradas, o maestro, contador, mecánico, artista, puede llegar tan lejos como quiera, pero antes debe informarse, y los padres con ellos... es muy importante conocer, saber, y volver a preguntar.
Es válido recordar que la educación no es un problema, la educación es una oportunidad, y tal vez los padres, la familia, no disponga de muchos recursos económicos, pero el talento, los sueños, la perseverancia no se pueden dar por vencidos.
Como el educador es el hombre que hace que las cosas difíciles parezcan fáciles, hay que acercarse en la escuela, preguntarle, buscar asesoría, dejar el miedo escénico, poner a un lado la barrera del idioma, porque se trata del futuro de su hijo (a) y con ese, con el perdón de muchos, no se juega. Reaccionar tarde puede ser en extremo costoso... cuánto cuesta echar a perder los sueños de los hijos. Nadie sabe.
Como el sentido común no es resultado de la educación (y es el menos común de los sentidos), deje el temor en casa, acérquese a la escuela, busque al consejero, háblele de los sueños de su hijo, de su talento, y pregunte qué debe hacer, cómo aplicar por becas. La feria en gran medida respondió a esas interrogantes.
Por ningún concepto se debe echar en saco roto que si quieres tomar ventaja en la vida, la carrera comienza por la educación... si no estás preparado las opciones pasarán junto a ti sin mirarte siquiera.
Los primeros que deben tener conciencia de todo lo anterior son los padres, y ya se sabe que la educación comienza en la casa; no hay escuela igual que un hogar decente y no hay maestro igual a un padre virtuoso.