La primera edición de este semanario salió a la calle el 21 de junio de 1980. El titular principal de la portada fue ¡CASTRO MIENTE!, en la foto un grupo de refugiados cubanos que fueron recibidos en esta ciudad por el entonces grupo organizado que se denominó “Círculo Cubano de Las Vegas”, que daba la bienvenida a los que desearan abandonar la isla, su patria, por no estar de acuerdo con el gobierno castrocomunista que rige los destinos de aquella llamada colonia soviética.
El dictador Fidel Castro ha vuelto a mentir en forma reiterada, destaca la nota.
Luego de casi 50 años al frente de la isla, Fidel Alejandro Castro Ruz, murió, lo que ha polarizado la opinión de ciudadanos alrededor del mundo.
“La historia recordará y juzgará el enorme impacto de esta persona sobre la gente [cubana] y el mundo”, manifestó Barack Obama. Las palabras del presidente norteamericano encarnan una verdad inapelable que debe ser tomada en cuenta a la hora de interpretar los logros y fracasos de Fidel Castro.
Castro no fue un niño bueno; fue un dictador represivo y eso nadie lo niega.
Humberto Caspa, Ph.D., profesor e investigador de Economics On The Move, escribió “Sin embargo, a Castro hay que juzgarlo desde la historia, particularmente desde el contexto de la Guerra Fría. En este periodo los malos no fueron los países pequeños como Cuba, sino las dos potencias mundiales: Estados Unidos y la ex Unión Soviética.
Durante las décadas de 1960 y 1970, miles de personas perecieron en América Latina por sólo implorar simples derechos individuales. En este periodo, Castro defendió al “pueblo” y a los desamparados políticos.
No olvidemos que Estados Unidos, al que queremos todos porque nos ha sabido amparar y dar un bienestar que nuestros países no nos concedieron, fue el primer promotor de la desestabilidad política y matanzas de mucha gente inocente en América Latina.
Fidel Castro evidentemente fue un dictador y mantuvo un régimen autoritario en Cuba. Sin embargo, no podemos negar que también fue el primero en pararse contra el régimen usurpador de anteriores gobiernos norteamericanos, cuyos vasallos militares violaron los derechos fundamentales de la gente.
Obama tiene toda la razón: la historia juzgará a Fidel Castro.
Entre los logros de la revolución cubana, de acuerdo con el profesor de Economía de la universidad canadiense de Carleton en Ottawa Archibald Ritter, que se le atribuyen a la dirigencia castrista, destacan: La campaña de alfabetización de 1961; La reorganización del sector de la salud; Rediseño del sistema de educación; Rápida expansión del sector turístico; Prestación de servicios médicos a América Latina y otros países; Sobrevivir a la crisis económica 1989-1993; Ganar el apoyo económico de la URSS (1961-1990) y Venezuela (2004-presente); Establecimiento del “Polo Científico” y desarrollo del sector biotecnológico; Dedicación de los cubanos a sus empleos pese al descenso de los ingresos reales después de 1990 y la Colaboración fructífera con compañías extranjeras.
Castro miente, Castro mintió, pero parafraseando al cantautor guatemalteco Ricardo Arjona, el problema no fue que mintiera, sino que millones -alrededor del mundo- le creyeron.
