La jovencita que quiere bajar de peso y aprovecha los medicamentos recetados a su hermano para limitar la hiperactividad; el chico que acude al alcohol o el cigarro para no ser menos que sus compañeros de estudios; y el más ‘atrevido’ que acaba de ‘descubrir’ que inhalar pegamento lo hace sentir bien, son solo un botón de muestra de un mal que extiende sus tentáculos y tiene alcance nacional.
De acuerdo al foro organizado por el Distrito Escolar del Condado de Clark y sus agentes del orden -evento resaltado en esta sección- es posible encontrar drogas en cualquier lado y pareciera que todos las consumen. Muchos jóvenes (y no tan jóvenes) se sienten tentados por la excitación o la vía de escape que las drogas ofrecen ¡y caen literalmente en la trampa!
Sin dudas conocer sobre las drogas y sus nefastas consecuencias es una ayuda inestimable para ver los riesgos de ir tras esta excitación o vía de escape, que solo conduce a la adicción y enfermedades.
Lamentablemente la asistencia de padres de familia al mencionado foro fue poco menos que raquítica, y corresponde más que todo a los padres estar atentos a los cambios que pudieran experimentar sus hijos para conocer si éstos tienen vínculos con las drogas.
Quedó claro en el foro que algunos jóvenes experimentan con los medicamentos de venta bajo receta porque creen que los ayudarán a divertirse más, a perder peso, a encajar en determinado grupo e, incluso, a estudiar con más eficacia. Los medicamentos de venta con receta son más fáciles de conseguir que las drogas ilícitas, es posible que un pariente o amigo disponga de recetas para adquirirlos. Pero ocurre que los medicamentos de venta con receta también se venden en la calle.
Un vistazo a las consecuencias del consumo de drogas o ingestión de alcohol permiten apuntar que los adolescentes que beben, por ejemplo, tienen más probabilidades de involucrarse en situaciones peligrosas, como conducir bajo los efectos del alcohol o tener relaciones sexuales sin protección, por solo mencionar dos consecuencias nefastas que pudieran traer consigo resultados irreversibles.
Beber alcohol, fumar tabaco, consumir drogas ilegales e inhalar pegamento son actividades que pueden provocar graves daños.
Cuando se introducen drogas en el organismo, éstas a través de la sangre llegan a diferentes partes del cuerpo, entre ellas el cerebro y se inicia un proceso de alteración, se adormecen los sentidos, entonces no se pueden adoptar decisiones correctas... luego puede ser demasiado tarde. Y arrepentirse ya no tiene sentido ni resuelve nada.
Los adolescentes al vivir una etapa de crisis y al tratar de escabullirse de los problemas, acuden a salidas fáciles o formas de olvidar y poner a un lado las dificultades, y las drogas están ahí, al alcance, pero sin dudas resultan un ‘juego’ muy riesgoso; antes de ceder a las tentaciones vale reflexionar. ¿Tiene sentido echar la vida por la borda? ¿Dónde queda el amor por uno mismo, y por la familia? La respuesta sensata es una sola: No vale la pena caminar al borde del abismo.