Enrique Tarrío, dirigente del grupo ultraderechista Proud Boys en el sur de Florida, afirma que lamenta el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y asevera que si no hubiera estado preso ese día, habría impedido hechos de violencia por parte de sus compañeros.
"No estoy de acuerdo ni apruebo lo que pasó en el Capitolio en lo que respecta a la violencia", dijo en una entrevista exclusiva con el canal NBC 6 de Miami, adonde regresó hace unos días después de haber estado en prisión por haber quemado pancartas del movimiento Black Lives Matter que robó de una iglesia de Washington DC.
"Cometí un error", dijo el cubano-estadounidense de 37 años sobre el robo y la quema de la pancarta en su primera entrevista desde que hace una semana salió de la cárcel en libertad vigilada.
Tarrío fue detenido dos días antes del asalto al Capitolio por un turba de seguidores del entonces presidente Donald Trump que pretendían que no se certificara la victoria electoral de Joe Biden, actual presidente de EE.UU., pues, según su antecesor en la Casa Blanca, fue fruto de un "robo".
Partidario de Trump y fiel "por siempre" a los Proud Boys, Tarrío dijo: "fuimos a Washington DC con la intención de sentarnos allí y apoyar al presidente Trump y luego beber cerveza".
"Obviamente, yo no estaba allí y no puedo decirte lo que tenían en la cabeza, pero creo que la mentalidad de la turba simplemente tomó las riendas", subrayó.
Tarrío afirmó que puede que los "Proud Boys no sean la gente más inteligente en la Tierra", pero respetan la Constitución de EE.UU.
A su juicio, el asalto al Capitolio fue un retroceso para el movimiento MAGA (Make America Great Again) de Trump y el Partido Conservador.
Sin especificar cuáles son sus planes de ahora en adelante, aunque dijo que está pensando en involucrarse en la política local de Miami, indicó que los Proud Boys, "te gusten o los detestes", van a seguir existiendo. Miami (EFE)