Para las próximas elecciones presidenciales el panorama parece estar muy claro luego del pasado debate demócrata en Las Vegas, si se compara con sus contrapartes republicanos.
En el lado demócrata, luego del reciente debate de Las Vegas entre precandidatos a la presidencia del país, el elector no tendría mucho problema en decidirse. Los cinco precandidatos tienen ideas parecidas y posiciones muy cercanas. Por ejemplo los cinco están a favor de una reforma a las leyes de migración, están de acuerdo con la ley de salud y entienden que deben aumentarse los salarios, proteger el medio ambiente, luchar contra el calentamiento global y mantener el ritmo de la recuperación económica.
De hecho los tres punteros Hilary Clinton, Bernie Sanders y Martin O’Malley prácticamente no tienen diferencias, con excepción de Sanders a quien tildan de comunista, aunque él se define como socialdemócrata.
El debate del martes 13 difundido por la cadena CNN desde el hotel Wynn Las Vegas fue muy civilizado y cordial. Tanto que hasta podría decirse que no fue debate aunque sí un foro donde se expresaron las intenciones del futuro gobierno.
De paso el debate demócrata hizo lucir a los republicanos como unos peleoneros, confundidos y fuera de la realidad de la clase media (y la media jodida).
Entonces para los electores demócratas se pavimentó el camino para la toma de decisiones cuando llegue el momento de la elección primaria y ahí parece que será entre la ex primera dama y ex senadora Hillary Clinton, y el muy popular senador independiente y socialdemócrata Bernie Sanders. Esa es la dificultad, que podría ampliarse si el vicepresidente Joe Biden entra a la contienda. Fuera de eso los demócratas parece que van muy bien.
Pero si se toma el escenario completo con los republicanos entonces las diferencias están bien marcadas.
Las posiciones -incluidos los estilos personales- están muy marcadas en los dos principales partidos:
Más de una docena de republicanos han hablado y expuesto sus ideas para gobernar a una nación de más de 300 millones. Los republicanos han tomado como “chivo expiatorio” el tema de migración, con posturas que llegan hasta el odio como empezó su campaña el señor Trump. Esa es una enorme diferencia con la de los demócratas.
En el lado del partido demócrata los cinco precandidatos tienen propuestas similares, y en el debate se mostraron muy presidenciables de tal suerte que, como decimos arriba, no habría dificultad a la hora de votar por alguno de ellos.
El problema va a ser para los votantes indecisos, entonces a ellos les recomendamos primero que se informen, que lean periódicos y revistas; que vean los noticiarios de televisión, que sigan los reportes en los servicios de internet y se orienten en los programas radiofónicos. De todo eso hay mucho en español.
Así entonces el panorama electoral empieza a tomar forma y será interesante ver cómo evoluciona con los próximos debates republicano y demócrata. Dos mundos, dos estilos, dos propuestas.
