Corroborando: Respuesta a un lector

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Antes que todo quisiéramos contestar a un amable lector, de nombre Indalecio Fuentes, originario de Tulancingo, Hidalgo, México (¿hasta allá llegamos?), quien a través de las “redes sociales”, como ahora llaman al chismorreo cibernético, nos acusa de “defender tanto la legalización de la mariguana, porque usted ha de ser uno de esos que andan siempre pachecos...”

Pues fíjese que no, mi estimado señor Fuentes, pues a todas las personas que me conocen a través de los años, que no son pocas, de este lado y del otro lado del río, les consta que nunca he practicado el uso de los cigarritos mal hechos que dan mucha risa. Y no porque me asuste, sino porque desde mis años mozos preferí las delicias del vino y los cigarrillos Marlboro, de los cuales les decía a los que me escuchaban, que los prefería porque se pueden comprar a la luz del día y disfrutarlos enfrente de todo el mundo, (hasta eso que ya no, pues últimamente a los fumadores se les hace cara de fuchi y los mandan a fumar a la banqueta), mientras que la yerbita famosa, siempre se ha conseguido y consumido por sus consumidores... a la sombra, como alguna vez se hizo con el licor durante la estúpida prohibición de los años 20´s, con los resultados que todos conocemos: las matanzas entre los gangsters de esos años turbulentos, como ahora sucede entre las numerosas bandas de narcotraficantes, hasta que se decidió en el gobierno del presidente Roosevelt  que la gente era libre de ponerse hasta el gorro si así lo deseaba, y el problema se terminó de tajo. Ahora puede usted comprar el licor que desea en el súper mercado, pagando sus debidos impuestos. Finalmente señor Fuentes, en mis años mozos, como a todos les que me conocieron les consta, lo que nosotros practicábamos (porque éramos muchos) era poner en práctica el famoso... si al mundo vino y no bebe vino, pues a qué carajo vino. Y así fundamos el Club del Corcho de Oro, del cual fui presidente, así como Los Caballeros de la Cruda Perpetua y Los Legionarios del Pisto, de los cuales solo sobrevivimos unos cuantos, por lo que hubo que ceder los trastos a las bellas damitas, (por caballero omito nombres),quienes siendo mucho más jóvenes y bellas que nosotros, han tomado dignamente la estafeta. Por mi parte solo me resta decir, que ahora que de amores ya no tengo tiempo, como decía el Maestro Leduc, no por gusto sino por el peso de los años (y por prescripción médica), hace siete años que fumé mi último Marlboro, y solo muy de vez en cuando, habiendo sido Sommelier, me tomo una copa de vino. Vaya castigo.

Sin embargo la razón por la que siempre me he inclinado por la legalización de las drogas, empezando por la mariguana, -que está probado que de todos los vicios es la menos dañina-, es principalmente por quitarles este gran negocio a los narcos, más el derecho de todos, de comprar en la tienda los licores, cannabis y tabaco si así lo desean, que se le antojen, pagando los debidos impuestos. Aclarando que el licor y el tabaco son muchos más adictivos y dañinos que la mota, según reportes médicos. Además es bien sabido que al que le gusta fumar su yerba, nunca se va a la cama sin ella, pues todos tienen sus proveedores. En otras palabras, que sería mucho mejor que comprar su mariguana en la calle, exponiéndose a que lo madreen y le den gato por liebre, o comprarla en la tienda, debidamente regulada y pagando sus impuestos, que servirían para educar a las nuevas generaciones de los peligros que estos vicios acarrean. Además de los millones que se ahorrarían en pago a las policías, a veces corrompidas, como se ha comprobado hasta ahora, en su inútil lucha contra los narcos. Debemos sobre todo reconocer que el negocio de las drogas llegó para quedarse y por lo tanto es mejor buscar la forma de regularlo y atacar a los narcos en donde más les duele, que es el bolsillo.

DEBATE EN EL CONGRESO SOBRE MARIGUANA A FIN DE AÑO

Y siguiendo con lo mismo. Parece que lo de la legalización de la mota va en serio. Por lo pronto la república de Uruguay, tal vez aprovechando los gigantescos mercados que se le abren en Argentina y Brasil, ya legalizó en su totalidad el consumo de mariguana y solo falta la aprobación del Senado, que según dicen es inminente.

Y aquí en México, el diputado perredista Fernando Belanzaurán , impulsor de la reforma que busca despenalizar el consumo de la mariguana en el DF, confió en que esta podría prosperar en el Congreso como parte de un giro en la política sobre el consumo de drogas.

“Día con día vemos el tremendo fracaso del prohibicionismo como política pública en todos los ámbitos; en salud pública, en seguridad y en libertades y derechos. En cambio, con una regulación legal e inteligente, podríamos controlar el problema y reducir sus efectos nocivos”, afirmó el leguleyo.

El legislador del PRD celebró el pronunciamiento  que esta semana en bloque han hecho ex Secretarios de Estado de los cuatros sexenios pasados, todos en favor de la despenalización en el uso de la mariguana. El perredista consideró que el hecho de que la idea del ex presidente Vicente Fox sea secundado ahora por el ex secretario de Hacienda Pedro Aspe, el ex secretario de Salubridad y ex Rector de la UNAM, José Ramón de la Fuente; el ex secretario de Relaciones Exteriores Jorge Castañeda y el ex Secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont, así como María Elena Morera y el reconocido escritor Héctor Aguilar Camín, es muestra de que las buenas causas suman a los diferentes.

“Se trata de un aporte cualitativo, son voces fundamentales y su pronunciamiento es un rasgo de las buenas causas, cuando suman a los distintos, a los diferentes”, comentó.

Belanzaurán Méndez, consideró por último que la reforma podría encontrar incluso respaldo del presidente Enrique Peña Nieto, quien ha dicho, que aunque no ve con buenos ojos la legalización de ciertas drogas, estaría dispuesto a escuchar las opiniones de gente de primer nivel, como los que ya se han pronunciado a favor de la regulación de la cannabis.

Y por nuestra parte, para no cansar a nuestros lectores sobre este tema, es la última vez que lo tocamos, hasta que haya una respuesta favorable, o se siga conservando este asunto en el limbo.

Mientras esto sucede, ya seguiremos... Corro...borando. 

 

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